martes, 14 de abril de 2020

El corona y el sentimiento de soledad

Quisiera iniciar esta entrada hablando de lo mismo que ya se ha hablado en tantas partes, desde memes, hasta artículos que tocan el mimo tema en común: El COVID-19, pero hasta cierto punto me parece redundante tener que recordarles a todos lo que ya saben, como que el futuro es incierto o que estamos atrapados en un presente constante que no parece querer volverse pasado, pero no, ya es demasiado.
Es curioso para mi vivir en el encierro por que estoy atrapado en una pesadilla que ha sido mi vida desde hace mucho tiempo, desde antes de que el corona hiciera su movimiento, pues siempre he tenido miedo de salir, de reunirme, de vivir el día a día y al mismo tiempo he tenido miedo de quedarme en casa, encerrado y aislado.
En mi vida he sido perseguido siempre por una ansiedad la cual me ataca por querer salir por el simple hecho de que "entonces no estás haciendo nada en casa, eres irresponsable, deberías estar hechándole un ojo a la casa, ¿que va a pasar si la casa está sola?, tu hermano, tu madre, tu padre te van a regañar por no estr ahí, no importa tu edad, tu siempre debes de estar al pendiente de tu hogar", pero al mismo tiempo esa ansiedad cuando estoy en casa me susurra al oído: "Pudiste haber salido hoy, decepcionaste a tus amigos, no viste a tu novia y aun así no estás haciendo nada, sigues siendo un inútil en tu casa como lo eres afuera.
Como muchos, quisiera poder evitar caer en la autor-referencia, quisiera evitarla y hablar del panorama general, pero lamentablemente yo no entiendo el panorama general, he decidido encerrarme dentro de mi privilegio y aislarme tanto como puedo, no quiero leer noticias para no entrar en  pánico y aun así entro en pánico por no leer noticias; no quiero ver gente, por que en este momento todos portan el virus y por eso mismo no me veo en el espejo, por que yo también lo porto y me aíslo aun más en mis adentros.
Entonces ¿por qué escribo esto ahora? yo realmente no lo sé, tal vez mi deseo por expresarme anónima-mente, al menos lo más anónima-mente que puedo, por que como todos sabemos, en esto que es Internet ya tampoco existe el anonimato, pero en fin, muchas gracias por leer este balbuceo,  publicaré este artículo a pesar de la ansiedad que me provoca hacerlo y volveré a enterrarme en mi mismo, hasta la próxima.

domingo, 5 de junio de 2016

Infierno grande


XIX
(Héctor)

Ya han pasado dos semanas del asesinato de Beto. Yo lo vi todo, toda esa escena fue frente a mis ojos. Lo único que no entiendo es como cientos de colibríes surgieron del techo de la casa de Anastasio y de Eloísa. No lo sé, la verda´.

Las balas se clavaron  en el cuerpo de Beto. Las balas tumbaron a Beto; todo su pecho y su panza estaba toda baleada. Cuando todos lo vieron en la tierra de la Higuera, Beto no le importaba morir, unos decían que lo estaba esperando, otros decían que era feliz de irse de este mundo de puritita basura. Pero lo que yo creo es que su muerte no le importaba en absoluto. Tenía la mirada donde aparecieron los colibríes. Y cuando estaba muertito en el suelo, había una sonrisa en su rosto y sus ojos brillaban muchísimo. Yo creo que le gustó ver tanto colibrí en ese momento.

Después de las detonaciones yo me fui directito a mi casa. La neta no quería que me dieran un plomazo, pues todavía me faltaba y me falta mucho que vivir. Estaba muy asustado, el miedo estaba en todo mi cuerpo y los sonidos secos de las balas no los olvidaba. Aún no los olvido. Fue muy feo. No me gusto ver a Beto así.

Dos horas después salí y ahí, alrededor del cuerpo muerto, había una muchedumbre viendo a Beto. Yo corrí y me hinqué, llorando muchísimo por mi cuate, para ver si todo era verdad o no. Todo mi pantalón se empapo de sangre y también mi cara, pues recosté mi frente en el pecho de Beto, chillando y moqueando mucho. Yo sólo veía su sonrisa y su mirada pues parecían más vivos que nunca.

Mi papá me quitó del cuerpo de Roberto y vi, por primera vez, a mi jefe romper en llanto. Un llanto desesperado y lleno de tristeza. Eso fue hace ya dos semanas. Y ahora el presidente municipal se peló de la Higuera. Nadie lo ha visto, ni siquiera sus ayudantes del rancho. Dejó todas sus trocas y cosas aquí. Todo eso está intacto, como dice mi papá: “Nosotros no robaremos sus cosas, nosotros no somos como ellos”. Tampoco hemos visto a Eloísa. La hemos buscado por todos lados y nada. Ni huella de ella. Nadie sabe a dónde se fue o dónde anda. A mí se me hace que los colibríes eran Eloísa. Pues yo la había visto tender la ropa y luego de los balazos, en el techo no había nadie, solo los colibríes volando.  Eso pasó hace dos semanas. Todo el mundo extraña mucho a Eloísa y a Roberto.

Mi papá antes de pastear a las vacas, dice al cielo: “Cuando Dios quita, Dios devuelve. Cuando un hombre quita, devuelve pero pura tristeza y pura muerte”. 


J.A.N.H.

martes, 31 de mayo de 2016

Personajes Femeninos en la Historia


Despedida.


Todo lo que inicia debe tener un fin. Durante todo el semestre, su servidor ha escrito semana tras semana columnas sobre mujeres que asombraron o estremecieron al mundo. El propósito de esta columna fue mostrar a ustedes, lectores, distintas figuras femeninas que cambian la percepción de lo que significa ser mujer. Pero se debe recordar que ser mujer es ser humano, y que sus capacidades son equitativas a las de su contraparte masculina. Y que hoy en día hay todavía mujeres destacadas que son fuetes de inspiración.

Mujeres diversas son las que se apreciaron cada martes, pero lo que se debe enfatizar de cada una de estas féminas es que no todas nacieron con el poder, sí no que lo fueron forjando con el paso del tiempo y años de perseverancia. Pero que el poder no lo fue todo, ya que la mayoría de las mujeres poderosas cayeron en miseria, algunas víctimas de las circunstancias y otras responsables de crimines, tornando su vida en tragedia. Por lo que el poder nunca lo es todo, seas hombre o mujer, mientras que las convicciones lo son.

A pesar de que en esta columna se expusieron solamente mujeres, no quiere decir que estas sean superiores de algún modo a los varones. Los dos poseen la capacidad de dirigir una nación o un ejército, alcanzar descubrimientos científicos que podrían cambiar al mundo,  ser figuras de inspiración moral, luchar por los derechos humanos o ser protectores de su familia. Tanto hombres como mujeres tienen el mismo valor y pueden lograr lo que deseen, sólo queda decir que cada uno lo realiza según sus propias limitaciones.

En la actualidad, todas las mañanas mujeres se alzan de sus asientos y cambian al mundo en sus propios medios. No se busca un trato especial para ellas, sino el espacio  el reconocimiento de que ellas han merecido por sus propios esfuerzos y méritos. En nuestros tiempos, la publicidad se envuelven en una vana gloria de las mejoras en la situación femenina y cómo se alcanzado la equidad entre todos, más no es cierto. Aún falta mucho para llegar al trato equitativo, pero hay mujeres y hombres que luchan constantemente para lograrlo.

Ha llegado el último párrafo de esta columna, un trabajo que empezó como una obligación para cumplir la calificación de una clase. Más ya en el final del camino puedo voltear hacia atrás y percibir un crecimiento; no solo en la manera de redactar y escribir, propósito principal del trabajo, sino como individuo. La vida y obra de cada una de las mujeres son fuente de inspiración o consejo según las circunstancias, dejando un poco de ellas en mí. Sólo me queda esperar que algo le hayan dejado a usted.

Esperanza del Refugio Aguilar Carrillo.

HIMYS o CCAT Spoilers con reseñas

XX.

"¡Esto va a ser LEGEN.... espera... DARIO!" 


“Niños, les he estado contando la historia de cómo conocía a su madre, si bien hay muchas cosas que aprender de esta historia, esta puede ser la más grande de todas. Los momentos más grandes de sus vidas no serán necesariamente las cosas que hacen, también serán las cosas que les sucedan. Ahora, no estoy diciendo que no pueden tomar medidas para afectar el resultado de su vida, pueden salir de la puerta principal y su vida entera puede cambiar para siempre. Verán, el universo tiene un plan, niños, y ese plan está siempre en movimiento. Una mariposa bate sus alas y empieza a llover. Es un pensamiento aterrador pero también es algo maravilloso. Todas esas pequeñas partes de la máquina trabajando constantemente, asegurándose de que terminen exactamente donde se supone que deben estar. El lugar correcto en el momento correcto.”
--Ted Mosby a sus hijos

Sí, sí apestó. Apestó muchísimo el final de “How I met your mother” o “Cómo conocí a su madre”. Y ya. ¿Qué quería, amado lector? Esta columna se llama “Spoilers con reseñas”, ¿Esperaba la bellísima narración de un paseo en tranvía? ¿Fanfiction? ¿La reseña de la serie “Una familia de diez”? Para nada, usted debe saber que las cosas cambian: mi gente, el ancho de mis pantalones, los lugares donde mi mamá me golpea… Eh, en fin, bien o mal, las columnas del martes de “Cómo conocí a tu serie”, calientitas y abre fácil,  llegaron a su fin. Todas las series retratadas aquí fueron vistas, sufridas, disfrutadas y sudadas por la inteligencia autoral (uy, sí). Pero contra todo pronóstico, la serie que inspiró el originalísimo nombre de esta publicación, fue ignorada. Fenómeno que está a punto de cambiar.

Me dirijo a usted, novato universitario, ese que llora por los ensayos al final de cada semestre, pero que todo el semestre la pasa “suave” en la cafetería. Sí, usted: ¿Sabe qué hay delante de esto? De este cúmulo de estrés, amigos y víboras de UAQ Aeropuerto… pues la vida. “La realidad”, “Allá afuera”, “Donde ya no van a recoger tu ropa sucia del piso”, entre otras menciones de los adultos que padecen esta situación. Pero también hay bares, noches LEGENDARIAS, damas preciosas, hombres muy apuestos, sombrillas amarillas e historias, muchas, pero que muchas historias. Esto lo sabe Ted Mosby, incluso en el año 2030 todavía lo recuerda (se rumora que es dueño de una memoria eidética); por lo que se dedica a relatarles a sus dos hijos la historia de cómo conoció a su mamá. Y de eso van nueve temporadas y el misterio de la famosa madre.
Después de dos años de su finalización, fanáticos disgustados, columnas enteras dedicadas al odio proferido hacia HIMYM; no da para mucho, en absoluto. Si partimos de “la cola”, como bien lo haría el señorón Edgar Allan Poe con sus cuentos, resulta obvio el desarrollo de este texto… y la verdad, qué aburrido sería eso. Por ello, después del mal trago, no quedan sino recuerdos amargos, risas turbias y Neil Patrick Harris. Sí, porque las series tan largas como esta deben la vida al excelente performance de sus actores. Josh Radnor, Cobie Smulders, Alyson Hannigan, Jason Segel y el actor previamente nombrado, fueron amos y señores de nueve años de la sitcom de Sony Y FX. A pesar de la comparación con Friends, esta comedia otorga nuevas primicias, giros de tuerca y la dulce sensación de ver al grupo una vez más en su bar más frecuentado.

Tras el primer capítulo flashback (como lo serán todos), se conoce a la nueva integrante del grupo de amigos: Robin Scherbatsky, una reportera canadiense. Las relaciones entre estos cinco personajes se perciben todo el tiempo como un conjunto sumamente ameno, que ni siquiera importa cuando se concibe el triángulo amoroso entre Robin, Ted Mosby y Barney Stinson; ni la estancia permanente de la pareja configurada por Marshall Eriksen y Lily Aldrin. Se conocen todas sus aventuras a lo largo de las treinta chicas con las que salió Ted, un romántico soñador, con la esperanza de que éste siente cabeza, como pasa con su pareja de amigos, desde la universidad. Por otro lado, Barney es presentado como el “ultimate mujeriego” y Robin, a quien no le interesa el compromiso insistente de Mosby, se guía más por el camino profesional.

Señor lector, debe metérselo en la cabeza: ultimadamente, el final es sólo un detalle. La apreciación lejana de toda la pintura, la saciedad que provocó tomar toda la botella, el giro inesperado en la novela, abrir los ojos y tener todavía cuatro horas para dormir; eso es lo que cuenta, los buenos ratos. Risas con esos amigos que duran hasta el 2030, abrazar al ser amado, recostarse en pleno disfrute de una buena serie. Tenemos algo innegable, algo que nos va a perseguir hasta que abucheen nuestro propio final, y es la capacidad de disfrutar del ahora, de esas veinte columnas, esos cien párrafos que costaron uno y la mitad del otro. El ocho, el cinco o el diez en Literatura Mexicana o Teorías de Medio Siglo es lo de menos. Respirar, porque estos años universitarios no nos representan. Lo que pasa en el bar, bajo la ventana de la persona amada, el 2030: eso nos representa.

"Dios, soy yo, Barney, ¡¿qué pasa?! Sé que no hablamos mucho, aunque gracias a mí muchas chicas claman tu nombre." Barney

“Nunca ocurre nada bueno después de las dos de la madrugada.” Ted

“- Chicos, todo el mundo tiene una opinión acerca de cuánto tiempo toma tras una ruptura.
- Lily: La mitad de lo que duró la relación.
- Marshall: Una semana por cada mes que estuvieron juntos.
- Robin: Exactamente 10.000 bebidas.
- Barney: Algo como esto no se puede medir temporalmente, hay una serie de pasos, desde su cama hasta la puerta de enfrente. ¡Bang! ¡Fuera de Aquí! ¡Siguiente!” 

“No esperamos a la persona que tolere nuestros pequeños fallos… sino a la que le gusten." Ted

“He intentado tanto reprimir mi lado de idiota despreocupado que finalmente se rebeló." Marshall

“El futuro da miedo, pero no puedes volver al pasado solo porque te es familiar, aunque sea muy tentador." Robin

"¡Eh! Estoy en un punto de mi vida en el que mis trajes son mi familia." Barney

Gracias por leer
10/10

NBA

lunes, 30 de mayo de 2016

Zona Anime

Tsubasa Reservoir Chronicles

"No existen las coincidencias, sólo lo inevitable"

"Mi todo son mis preciadas memorias contigo"
Cuando se acaba tu serie favorita, o pasas la última página de un libro que consumió tu cabeza por los últimos días, se vive un vacío terrible. Una “crisis existencial” se cierne sobre tu persona y sientes que es necesario tener un poco más de material de lo mismo; sólo un poco, lo suficiente para saciar esa necesidad de más. Las CLAMP*, en el mundo del manga-anime, lograron crear la solución perfecta a ese sentimiento de “inminente final” que todo fanático parece sufrir al menos una vez en su corta y geek vida: no decidieron hacer secuelas de sus series o algún spin off, sino que decidieron  realizar un mega crossover de todas las obras que han hecho hasta el momento y mezclarlas en un solo anime lleno de plot twists y escenarios cambiantes. Dicha creación se estrenó en 2003 y fue bautizada como Tsubasa Reservoir Chronicles.

La historia nos centra en la relación de Sakura y Syaoran, mejores amigos desde la infancia. Sakura es la princesa del reino de Clow mientras que Syaoran sólo es un plebeyo, uno de los muchos arqueólogos que exploraban unas misteriosas ruinas en las afueras de dicho reino. Si bien todo era felicidad y paz, pronto todo entraría a un vértice de calamidades: una noche, Sakura, a causa de un encantamiento desconocido, hace que todos sus recuerdos cobren forma de plumas y salgan disparadas por toda dimensión imaginable. Revelándose después que sin ellas la princesa morirá, Syaoran logra llegar hasta Yuuko, la bruja dimensional, quien le dice que tendrá que viajar entre mundos para recuperar las memorias perdidas. Pronto, un mago llamado Fye, y un ninja que responde al nombre de Kurogane, se unirían a Syaoran en un intento de cumplir sus deseos; sin embargo, los tres, para poder iniciar con el viaje, deberán pagarle a la bruja con su tesoro más preciado: la espada de Kurogane, el tatuaje de Fye y los recuerdos de la relación con Sakura.

Con tan sólo ver el argumento, se puede notar que el anime tiene una historia bastante extensa y que tiene material que necesita ser utilizado de manera perfecta o de lo contrario, aburrirá: no sólo se trata de recuperar las plumas de Sakura y los problemas a los que se sumergen por ello, sino que además se van revelando otro sinfín de cosas que cambiarán la perspectiva de la situación muchas veces. Y es en este punto cuando es menester mencionar lo difícil que es lograr una adaptación perfecta del manga a una serie animada: dado lo profundo y enredoso del argumento que presenta  Tsubasa (en serio lo es), es una tarea colosal organizar cada capítulo, recortar escenas y adaptar ciertos cuadros que se ven estupendos en el papel, pero que no funcionan en un fragmento animado. Cuando se empezaba a sacar datos en este anime, que darán pie a descubrir esa suerte de historia paralela disfrazada de un simple viaje, la mala administración hizo que llegara a un punto tedioso y repetitivo: batallas, pluma recuperada, dato misterioso, cambio de mundo y fin. No obstante, la llegada de las OVA's habría de rescatar esa chispa original del anime y que haría que toda teoría o hipótesis formulada, se derrumbe completamente ante la revelación de esa “historia oculta”. En este tipo de casos, cuando el anime es tan vasto y lleno de secretos, leer el manga siempre muestra un panorama mucho más amplio.



Los protagonistas son un par de “viejos amigos” en la infancia de muchos que, sin ser realmente fanáticos del anime, reconocen. En Tsubasa, los dos niños que capturaban cartas y tenían poderes increíbles junto con una colección de outfits genial en el universo de Sakura Card Captor, reaparecen en forma de adolescentes y con un argumento todavía más alucinante, pero sin esos trajes tan llamativos. Como se dijo al inicio, Tsubasa es una mezcla de todo lo que fue dibujado por las mangakas de CLAMP, apareciendo personajes de mangas como xxxHolic, Kobato, Chobits, X, RG-Veda, etcétera. Si bien no es necesario conocer cada una de las obras, puesto que Tsubasa tiene un arco argumental completamente distinto, ciertamente es recomendable saber un poco de las creaciones de CLAMP para captar algunos guiños que hay entre personajes. Pasando al motivo de sus relaciones entre ellos, los 4 principales parecen sufrir un cambio demasiado extremo para el final de Tsubasa, tanto en el anime como en el manga: al inicio son más infantiles, pero a medida que el clímax se va acercando, adquieren un carácter mucho más serio, adulto, casi no queda nada de lo que parecían ser al inicio. Ese es un cambio agradable, pues se adapta a lo que la historia necesita; sin embargo, los “extras” parecen tener un trato bastante desgraciado: aparecen una vez y luego se olvidan. No tienen un desarrollo, ni siquiera un breve cameo en otros episodios. 

Tsubasa Reservoir Chronicles está lejos de ser una serie perfecta. Tiene incoherencias en su argumento, agujeros en las decisiones que hacen los personajes, demasiados giros inesperados abrumadores y momentos en los que la animación deja mucho que desear, lo “normal” en una serie de tanta extensión. Fue un anime que no tuvo un público en específico, sino que fue bastante irregular, teniendo al inicio un carácter infantil y calmado, culminó con un par de OVA’s brutales, apegados totalmente a la genialidad de la obra. Sin embargo, tiene puntos igual que la hacen muy recomendable: personajes conocidos que traerán a la vida a ese niño interno, es un crossover combinando lo mejor de CLAMP y tiene un soundtrack impresionante. Yuki Kajiura, la compositora detrás de toda la banda sonora de este anime, es sumamente reconocida en Japón por innumerables obras maestras instrumentales y que también han figurado en otros animes y videojuegos. Con un estilo único, llena a esta serie con una música hermosa que varía entre sonidos suaves e instrumentos de viento, a momentos intensos con la percusión y las cuerdas. Tsubasa es un anime al que hay que tenerle mucha paciencia, pero sin dudarlo, dejará una huella en tu persona por su complejidad y hará que quieras darle un segundo vistazo en busca de pistas que te ayuden a descifrar el porqué de una acción; un anime con el que vale cerrar esta columna semanal.


Katia de Leija M.

*Es un grupo de mujeres mangakas muy conocidas en Japón.

P.D: Gracias a todos los que leyeron mis reseñas durante 4 meses enteros. Sayonara~!

domingo, 29 de mayo de 2016

Infierno grande


XVIII
(Eloísa)

Comprender todos estos sucesos no era fácil. Yo nunca había pasado por algo como esto y todo gracias al pobre de Anastasio que me mandó a un hombre diferente con los que he estado. Normalmente todos se dicen machos, hablan con una belleza que atrae, y ahí caemos nosotras cual burras y después de sucumbir, los güeros se marchan sin hablar, sin mirar. Pero Roberto no es así, él me da mi espacio, me dice cosas bonitas pero él se queda, él me mira y sonríe. Muy distinto a aquellos sinvergüenzas.

Ahora él está escribiendo en la cama mientras yo me visto. A veces puedo sentir su mirada, recorriendo cada poro de mi piel, mientras el sonido de su lápiz rasga el papel.  Volteo a mirarlo y el sonríe. Y yo igual. El olor de su perfume se me quedó impregnado en mi cuello y ahora lo percibo como si estuviese en su pecho. Silba una melodía que me es familiar pero no logro recordar cómo es que se llama la canción: 'hoy mi playa se viste de amargura…'

Ya han pasado cuatro días desde que le dijeron a Roberto que su nota fue publicada y nada a acaecido. Yo creí que Alfonso Orizaba iba a echar pleito pero todo se ha transcurrido mansamente. Ahora él sale a fumar y yo preparo mi ropa limpia para tenderla en la azotea. Él día es esplendoroso, magnifico, el sol apremia con su luz cada rincón de la Higuera.

Trato de tender lo más rápido posible para volver a los brazos de Roberto, escucharlo hablar, sintiendo su respiración, volver a mirarlo y sentirme libre. Estos últimos días me ha dicho que lo lamenta, que actuó de manera estúpida. "Te traté mal, tú que sólo te preocupabas por mi"; pero yo no quiero escuchar eso, yo quiero abrazarlo. Sin duda, con él es con el que me he sentido más seguro.

Voy acabando de tender. Veo, desde la azotea, un colibrí que rodea el pirul donde Isabel apareció por primera vez en la vida de Roberto. Que bellos son los colibríes, con sus diferentes tonos de colores y su gran agilidad. Son lindos de verdad. Pero es extraño porque por la Higuera sólo se aparecen aves de rapiña y nunca lindos pájaritos. Yo quisiera volar como ellos, yo volaría como ellos. Roberto está con Héctor, el hijo de don Octavio. Parecen hablar de los colibríes. A lo lejos escucho un grito seco, es Alfonso Orizaba. Lo veo caminar hacia mi casa, jugando con su mano derecha con una pistola. "¡¡¡¡¡ROBERTO!!!!!" Veo a Roberto plantarse en medio de la calle, fumando su cigarro, y a Héctor atrás del pirul. Parece que estaba esperando ese momento. Observo su pasividad, su tranquilidad y me aterra. Dejo la ropa caer. Digo su nombre y me mira. Nuestras miradas colapsan mientras se va acercando Alfonso poco a poco a mi casa.

Yo no quiero que se marche. Quiero volar con él. Me dejo caer de la azotea y un viento libre me envuelve. Detonaciones inundan las calles.


J.A.N.H.

Retazos de existencia.

Orígenes Pt. 2

No existe nada que sea más benevolente y al mismo tiempo definitivo que la muerte. No se trata simplemente de el término de una vida orgánica, se extingue toda una recopilación de eventos y recuerdos, todo lo que haya realizado hasta ese momento es interrumpido y si queda algún arrepentimiento es demasiado tarde para remediarlo. ¿Qué sucede con la conciencia, el alma, el ser cuando el cuerpo exhala su último suspiro? Probablemente nunca habrá una respuesta a esta pregunta. O al menos, no para los humanos que aún respiran.

El periodo de tiempo que abarca la vida de un solo individuo, a pesar de ser insignificante en comparación con la temporalidad absoluta del universo, está cargada de emociones, vivencias y recuerdos que el sujeto atesorara o repudiara. Cualquiera que sea el caso, esos momentos definen y moldean al ser humano, sin embargo, existen experiencias únicas que más que modelar la personalidad, transforman a quien las vivió en todo sentido posible.

Amable lector, permítame formularle una simple pregunta ¿Cuál es su recuerdo más preciado? Piense con cuidado, porque es posible que su vida, o más específicamente, lo que ocurra después de esta dependa de su respuesta. ¿Le ha extrañado este cuestionamiento? No me sorprendería ya que puedo asegurarle, sin temor a equivocarme, que es exactamente lo que busco provocar cuando enuncio este interrogante a los prospectos que entrevisto. La gran mayoría guardan silencio largo rato antes de exponer sus respuestas, otros la exhiben de tal manera que da la sensación de que estuvieron ensayándola antes de pasar conmigo. Probablemente en este momento piense que no me estoy explicando y que todo lo que he venido relatando no guarda la conexión suficiente con el propósito enunciado en la entrega anterior. Pero no desespere.

Como podrá haber notado he revelado ya la naturaleza de la simple y única pregunta que realizo. Espero no haberle generado demasiadas expectativas con respecto de la misma, pero debido a mi posición es importante que la resguarde, ya que representa la base para el criterio posterior que tomaré con respecto a las respuestas que me sean expuestas. Ahora, la pregunta importante y clave de todo esto: ¿Cuál es el trabajo cuyos lineamientos se desprende de tan simple interrogación? La contestación, así como la indagación es tan simple y al mismo tiempo compleja, el puesto a ocupar es la vida misma. Querido lector, no sabe cuánto envidió su calidad de humano. A pesar del tiempo tan limitado que poseen en cuanto a existencia, su especie es capaz de transformar cada etapa de una vida individual en una experiencia única e irrepetible. Por desgracia, la mayoría de las personas no suelen apreciar dichos momentos, prefieren adaptarse a la normalidad de la época.

Cuando un ser humano muere tarda unos dos días (en su sistema de tiempo) en darse cuenta que ha dejado de existir en el plano terrenal. Antes de que eso ocurra deben pasar conmigo y contestar la pregunta con completa sinceridad. Después yo investigo y decido si aquella alma merece volver a repetir su existencia. Los recuerdos son tesoros, son la única prueba de la manera en que la vida fue vivida, si su recuerdo más preciado resulta ser el día que consiguió un auto, bueno, puede ir adaptándose a la idea de que pasara mucho tiempo antes de que su alma vuelva a tomar forma humana. Lo que busco son esas experiencias que modificaron todo, que provocaron un cambio absoluto y total. Lo admito, es mero capricho, pero la eternidad puede resultar aburrida a menos que existan relatos con los cuales pasar el tiempo. Aproveche su vida querido lector, ya que cuando esta termine estaré esperándolo. Atte.: La muerte.

Andrea Hernández Álvarez