Artefacto para viajes mentales a través del tiempo
Llega
un punto en la historia del hombre en la que se le adjudica la característica
de mirar hacia atrás, no sólo me refiero a la acción de girar la cabeza o el
cuerpo varios grados para ver en directo aquella distracción que lo hizo virar,
sino a ese sentimiento de curiosidad y muchas veces nostálgico de desempolvar
aquel transporte, sacarlo del garaje y subirse a su máquina del tiempo para
regresar al pasado; sería más simple si sólo tuviera que girar sobre sí para
admirarlo de nuevo.
El
artefacto para viajar en el tiempo no es costoso, ni hay filas, ni burocracia
que enfrentar; preparar las maletas nunca fue menos tedioso porque simplemente
no se necesitan, tampoco se romperán las barreras espacio tiempo en el trayecto
(a los astro-físicos no les gusta esto). Además es un destino exótico que sin duda
llama la atención. Si a alguno le interesa el viaje, adquiera un boleto en su
neurona más cercana; eso sí, todos son de la misma clase, pero aun en clase
turista se tiene un servicio personalizado a la altura de los estándares del
cliente. Viaje en un vuelo sencillo o redondo, cuadrado si lo prefiere, usted
elije el tiempo de estancia. El viaje (drogas no recomendables) y la máquina
que usará no es otra más que la propia mente, la fecha y el lugar ya se
decidieron. Próxima parada: "Los ochenta" ¡Súbale, hay lugares!
Hoy
sólo hay una pasajera, pero asegura traer muchos regalos para sus amigos que no
pudieron acompañarla, sus recuerdos son algo confuso, el chofer casi choca con
varios axiomas y tuvo que pedir direcciones a una dendrita. Ya casi llegamos,
la chica asegura que nunca estuvo allí, pero se siente nostálgica...
Si
voltean a su derecha podemos una nube de aerosol para el cabello y grandes peinados esponjados (si llueve, seria un desastre), y a su izquierda hay un estruendoso ruido de sintetizadores; tendremos
ligeros problemas de turbulencia acercándonos al año 1985, sentirán un
"ligero" temblor cerca del centro de México. Por las ventanas se
pueden ver cosas raras, al parecer medio mundo ha de trabajar en una constructora,
pues no se explica que carguen tabiques todo el tiempo. Aun no podemos
aterrizar, no hemos llegado al principio de la década, pero ya casi; los
cinturones siguen abrochados, las “selfies” en este punto quedan prohibidas,
además ni las podrías subir a Facebook... Espera, ni siquiera tiene un celular
con cámara ahora.
Nos
espera un viaje interesante, nuestra parada está próxima, llegaremos el
siguiente sábado, esperen instrucciones del capitán, nuestra sobrecargo hará
entrega del itinerario, tendremos excursiones emocionantes…
Por: Jessica Fortanell Nieto
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