Relicario de tiempo
Uno de los medios para viajar al
pasado son los recuerdos. Se trata de imágenes temporales, que según sea el
caso, trasportan a cualquier tiempo antes vivido. Pero, ¿y si se desea viajar a
un tiempo pasado no vivido?, ¿para eso bastan los recuerdos? No soy experta en
el tema, pero supongo que para tal acción se requiere de una experiencia previa
para que se manifieste el recuerdo.
Por lo visto, a pesar de ser muy
útiles y necesarios, los recuerdos no
nos llevan tan lejos, ni más allá de la propia experiencia. A falta de máquina
del tiempo y cualquier invento o método extraño, existen cosas más eficaces. No
llevan físicamente al momento y fecha exactos, pero sí elevan a una altura considerable
los sentidos y razón: se trata de los objetos. Precisamente de ellos se hablará
en el escondrijo de hoy; único en su tipo, y que murmura más de lo que muestra.
Ubicado en el 59 de Venustiano
Carranza, en el Barrio de la Cruz, El
Garabato Bazar es un auténtico relicario de tiempo. Al entrar por primera
vez a aquel recinto, no se sabe por dónde comenzar a observar. Inundada de
objetos valiosos, puedes encontrar a Araceli Mandujano; una enamorada de su
trabajo, quien atiende desde hace cuatro años el curioso lugar. Además de
atender el bazar, Araceli recibe mercancía y junto a su esposo, frecuentemente
van en búsqueda de objetos rústicos y antiguos de gran belleza.
La tienda de antigüedades no fue
planeada. Todo inicio hace treinta años con los adornos en casa de Araceli,
mismos que eran apreciados por amigos de la familia y que en ocasiones pedían comprar. Actualmente
en su negocio se encuentra gran variedad de objetos; desde una pequeña moneda a
un majestuoso ropero de cien años. Un lugar para cualquier edad, donde se
pueden observar niños curiosos acompañados de sus padres, interesados por
juguetes llamativos y el sinfín de artículos pequeños.
Todos los objetos poseen una
vida y una historia. Aun por su utilización y antigüedad, logran que la imaginación
remita al tiempo de cada uno. Un libro, una fotografía, un disco o cualquier
objeto por encontrarse ahí, muestra su gran importancia. Provocan un viaje al
pasado y dan cuenta de algo que no volverá, pero que quedó impregnado en ellos.
Así que, si deseas volver al pasado sin descuidar tu presente, seguro que El Garabato Bazar será una opción. Donde
el tiempo se detiene y el pasado respira.
Sin más por el momento,
agradezco tu lectura; espero escribirte el próximo miércoles, y conozcas el
murmullo.
Arlette Lira Rangel.
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