Death Note
¿Alguna vez pensaste qué cosas harías si pudieses matar a alguien sin tener que hacer mucho? ¿Lo que pasaría si tuvieses tal capacidad de decidir quién muere y quién no? Por supuesto, quitarle la vida a alguien está catalogado como ilegal en todos los países sin excepción, pero… si decidieras borrar a esa persona porque su desaparición mejoraría significativamente la vida de los demás ¿justificaría el acto de matar? Si te gusta debatir si el fin justifica los medios, entonces, ésto es de tu completo interés.
Siendo un manga escrito por Tsugumi Ōba e ilustrada por Takeshi Obata, Death Note empezó a ser publicada en el año 2003 por la editorial Shūeisha, en la revista semanal Shōnen Jump, hasta su final en mayo de 2006 con el volumen 12, teniendo en total la cantidad de 108 capítulos. Posteriormente, el manga fue adaptado al anime en el 2006 por Madhouse hasta su final en el año 2007 con su capítulo 37; hay además tres películas live action.
La historia nos centra en Light Yagami, un chico de 17 años que se encuentra con una libreta —Death Note— que presume matar a todo ser humano cuyo nombre sea escrito en sus páginas, siempre y cuando, el portador tenga en mente el rostro de aquel al que desea asesinar para evitar que aquellos que compartan el mismo nombre, se vean afectados. Al principio, Light lo toma como una broma infantil, pero después de comprobar su veracidad dos veces, además de poder ver a Ryuk, el shinigami* dueño original de la Death Note, él comienza una racha asesina para así construir su visión utópica de la sociedad donde él sería catalogado como "Dios", ganándose el seudónimo de “Kira” (pronunciación japonesa de la palabra “killer”). Con el paso del tiempo, la cantidad de muertes inexplicables de criminales, llama la atención de todas las fuerzas policíacas del mundo, especialmente de un detective privado llamado “L”, inaugurando así, un juego de inteligencia que buscará poner a prueba sus habilidades de deducción para derrotar al otro.
Death Note no es como los otros animes del género shonen*, donde las peleas consisten en puñetazos y patadas. En este caso, las batallas son completamente de ingenio, ideando planes para arruinar los planes del enemigo y buscando formas de contra-atacar, lo cual crea una atmósfera tensa donde el espectador se sumerge en los planes de logística y en los diversos conflictos morales que tratan de discernir la fina línea entre lo que es el bien y el mal. El suspenso de una buena novela policíaca, el misterio que rodea a los crímenes, los giros inesperados en la trama y el drama que se suscita al confrontar a los protagonistas, están muy bien incorporados a la historia; el estilo oscuro de las imágenes y la buena animación que caracteriza a Madhouse, contribuyen al propósito. Es más que seguro que pasarás momentos llenos de emoción y angustia con cada capítulo.
Si bien el anime tuvo un muy buen argumento y es una excelent recomendación, el único inconveniente que impide su completo disfrute, son los personajes: Light es alguien que después de encontrarse la libreta, se convierte en un personaje fascinante, pues se nos permitió explorar, tanto su fase psicópata, como la fachada de ser un estudiante e hijo modelo; L, por otro lado, es un personaje que, debido a la falta de un trasfondo, mantiene un aura de misterio que le ayuda en su pelea con Light y que se colocó sin problemas como el favorito de los fans. Sin embargo, la mayoría de los personajes secundarios, parecían ser simplemente fastidiosos y sin un objetivo claro en la serie, lo cual creaba cierto sentimiento de hastío entre capítulo y capítulo y evitaba que se disfrutaran algunas escenas que sin lugar a dudas, pudieron haber sido mejores y más épicos de lo que ya fueron.
9/10.
Katia de Leija M.
Gracias por hablar de mi trauma (:
ResponderEliminarAún no superó a mi L bebé ��
L es amor, L es vida (? :3
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