Todo en la vida tiene un comienzo particular. El mío sólo fue inefable.
Siempre me gustó la música, el efecto que producía en mi era inconmensurable, al principio sólo fue un hobby, ahora mi vida. Esta historia es simple, comienza con un botón que produce algún sonido y termina exactamente igual.
Se dice que existen las causalidades y coincidencias, que el destino ya está marcado; pero yo creo que todo pasa por una razón. Me encontraba en el último semestre de mi carrera, Negocios Internacionales, lo que sería un futuro brillante, tenía buen promedio y todo iba en el camino correcto. Todos sabían que era un buen DJ, se acercaban las bienvenidas de las fraternidades y así yo podía sacar dinero extra.
Era la noche del 11 de octubre en Chicago, la ciudad de los vientos. Siempre me gustó empezar la velada con algo de Groove, se conoce por ser el ritmo más rápido que puede existir dentro de este género musical, consiste alto componente rítmico. Después me gusta meter un poco de Breakbeat, este estilo se ha convertido en mi favorito porque se usan los dos discos para producir un sonido insistente llamado: loop. Y por último me fascina usar la mezcla de Groove y Breakbeat para producir lo que se conoce como Remix consiste en transformar una canción a base de añadirle otras pistas, por lo general éstas son rítmicas, para darle otro aspecto. Las mezclas hacían que la noche fuera mágica pero lo que realmente me atrapo fue la necesidad de liberarme de aquellas limitaciones de usar sólo lo básico cuando siempre podía ir más allá de lo común.
El simple hecho de hacer algo más y crear mi propio estilo en la música; fue lo que hizo que varias miradas voltearan a verme a mi y, por consiguiente, ver mi talento. Max Martin, era un famoso productor de música, ha representado grandes artistas como: James Blunt, Bon Jovi, Avril Lavigne, Maroon 5, entre otros. Lo que hizo que esa noche también él se fijara en mi. Tuve una pequeña charla, donde sólo hablamos de música. Lo más sorprendente fue lo que me dijo: "Tienes una chispa, tienes estilo y me gustaría trabajar contigo, mejor aún me gustaría representarte". Esas palabras fueron decisivas para dedicarme a la música por completo.
¿Dedicarme a la música y dejar la universidad? Fue ahí, donde me dí cuenta que las decisiones más importantes en la vida, son las más difíciles. Todo lo que podrán saber es que mi futuro brillante no estaba en una universidad, ni mucho menos en una empresa internacional; mi futuro brillante dependía sólo de aquello que amaba y eso sólo estaba en la música. Mi nombre es Nick Van de Wall mejor conocido ahora como Afrojack.
Por: Lu Martínez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario