Como parte del proyecto metodológico y de aprendizaje de la materia
Génesis y Paradigmas Históricos del Campo, cátedra impartida por el
profesor Francisco De Jesús Ángeles Cerón, de la facultad de Lenguas y
Letras de la Universidad Autónoma de Querétaro, presentamos hoy y cada
domingo, ésta, que pretende ser una columna dedicada a lo estético y lo
bello, no solamente en el campo literario sino en todos los campos
vitales del ser humano.
Para comenzar consideramos pertinente hablar un poco respecto de las
preguntas fundamentales para acercarnos a un tratamiento del tema lo más
adecuado posible: ¿qué es lo estético? y ¿qué es lo bello? Por supuesto
que podemos decir y citar muchas definiciones de, y, aunque el debate
continúa abierto creemos que debemos asumir pues, que el problema de
aproximación al “qué es” de cualquier concepto es, de suyo, asintótico.
Si no fuera suficiente el reto que implica acercarse a estos
conceptos surge la concepción pragmática y popular de los términos, me
atrevo a afirmar que no es una experiencia indistinta el ir caminando
por la calle y mirar algún anuncio que de manera infame pregona:
“estética de belleza” o “salón de belleza” de modo tal que limita la
experiencia de lo bello y lo estético a la superficialidad mundana de un
corte de cabello y maquillaje.
El Gran Diccionario Enciclopédico Ilustrado de Readesr Digest en la primera acepción define el concepto belleza como “perfección o armonía de las cosas, que nos infunde deleite o admiración.” En la segunda acepción dice: “lo que se dice de una mujer de notable hermosura” De la misma fuente tenemos la palabra estética definida como “la
rama de la filosofía que investiga la naturaleza del arte, su
percepción y los criterios que se aplican para formar un juicio sobre
él. El problema central de la estética se refiere a la belleza, su
carácter esencial, las características por las cuales se reconoce y se
juzga, y sus relaciones con la mente humana.”
Como podemos ver el problema de ambos conceptos va mucho más allá de la
pura imagen que es aceptable por nosotros mismos y proyectada hacia los
demás, aunque este tema también será objeto de una entrega futura.
Por ahora continuemos, si bien hemos tomado o aceptado de modo
arbitrario la definición de lo bello, esto nos aproxima a un
tratamiento pero no responde al cuestionamiento fundamental del qué.
Para tales efectos citaremos al filósofo por excelencia, es Aristóteles
quien dice en su Retórica que “lo bello es lo que, siendo preferible,
por sí mismo, sea laudable, o lo que, siendo bueno sea agradable porque
es bueno” siendo este el principio clásico de lo bello, una concepción
griega que nos acompaña aún en nuestros días. Por ahora nos detendremos
aquí y bajo esta perspectiva hablaremos de aquello que es bello porque
es bueno la próxima semana.
Rocío Berenice Ortiz García “Rose”
Referencias:
Gran Diccionario Enciclopédico Ilustrado de Reders Digest tomos I Y III
México D.F. 1972.
Retórica. Aristóteles. Alianza Editorial 2014. México D.F
No hay comentarios:
Publicar un comentario