Never Let Me Go / Nunca Me Abandones
Cuando perdíamos algo
precioso, y buscábamos y buscábamos por todas partes y no lo encontrábamos, no
debíamos perder por completo la esperanza. Nos quedaba aún una brizna de
consuelo al pensar que un día, cuando fuéramos mayores y pudiéramos viajar
libremente por todo el país,
siempre podríamos ir a Norfolk y encontrar lo que habíamos perdido hacía tanto tiempo.
siempre podríamos ir a Norfolk y encontrar lo que habíamos perdido hacía tanto tiempo.
KAZUO ISHIGURO
La película inicia en el
presente, la protagonista, Kathy H, está fuera del quirófano viendo a través
del cristal a Tommy D, su amado. Kathy, al observar a Tommy, hace hincapié en
que ya no piensa en el futuro pues no tiene sentido, no hay tiempo ni esperanza
para ello. Lo único en lo que puede pensar es el pasado. Kathy se transporta a sus
recuerdos en 1978, cuando era niña y, de ahí, se nos muestran todos
los hechos, todo lo que vivío junto a sus amigos, todo lo que sufrieron hasta llegar al punto final, el
presente. En el quirófano, sus miradas se cruzan. Se miran fijamente y, con
sólo observar la escena puede sentirse el amor que se tienen pero también puede
notarse que es el final.
Esta película provoca en mí una
incógnita: ¿debemos dejar ir a aquella persona de la cual estamos enamorados?
O, ¿debemos esperar por ella? Existe un dicho que dice: “si amas algo, déjalo
ir. Si regresa, es tuyo y, si no, nunca lo fue.” El filme es una representación
de ese dicho. Los protagonistas, Kathy y Tommy, estuvieron enamorados desde la
infancia pero diversas situaciones provocaron que no consiguieran entablar una
relación hasta que ambos llegan a la adultez. A pesar de que el destino parece
dispuesto a separarlos, ambos protagonistas nunca olvidan su amor. Aunque en
ciertos momentos de la historia parecen alejarse cada vez más, el amor que tienen el uno por el otro, se mantiene firme.
Un amor que trascienda, así es el
amor entre Tommy y Kathy. Con el paso del tiempo, con el correr de los años, su
amor se fortalece. “-Ruth, ¿sabes?, creo
que a veces, cuando tienes pareja, no puedes ver las cosas tan claramente como
quizá pueda verlas otra persona desde fuera. Bueno, sólo a veces.” El amor,
a veces, nos vuelve un tanto “estúpidos”, pasamos cosas por alto, perdemos la
noción del tiempo, cometemos locuras. Quizá, por eso, Tommy y Kathy deciden
emprender un viaje en su adultez (cuando por fin el destino les concede unos
momentos juntos) en busca de la Madame, dueña del “internado” en el que
vivieron para suplicarle que pospusieran las donaciones de Tommy. Ambos saben
que es una locura pero piensan que su amor todo lo puede, eran jóvenes, claro.
La noción del tiempo es, diría
yo, lo más importante en la película. Se nos muestran distintas épocas en la
vida de nuestros protagonistas. La enseñanza es que: a pesar de que corra el
tiempo y el reloj jamás se detenga, el amor perdura (el verdadero amor). Si
dos personas han sido destinas para estar juntas, aunque parezca que el mundo
pone miles y miles de obstáculos para impedirlo (incluyendo personas),
encontrarán el momento para reunirse, estar juntos y consumar su amor, si sus
almas están conectadas, encontrarán el camino a casa: “nunca se dejarán ir.” Ni la muerte puede acabar con el amor de dos personas.
La música es un factor que quiero
resaltar. La compositora, Rachel Portman, consigue erizar la piel de aquel que
esté viendo la cinta. Consigue llegar a los sentimientos más profundos y, quizá,
si nos podemos sensibles y nos dejamos llevar, podremos soltar una lágrima que rodará por nuestras
mejillas. La música se acopla perfectamente a cada escena, cada mirada, cada
movimiento, cada palabra. Las notas musicales, en verdad provocan un vuelvo en
el corazón dejando un profundo vacío.
Oseguera.
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