sábado, 23 de enero de 2016

Cine a cuadros

Introducción

Atípico espectáculo es éste, en el que el espectador se enfrenta a la soledad y a las tinieblas. A diferencia del teatro, por ejemplo, no hay marco visible alrededor del escenario, no hay límite entre la puesta en escena y lo que es real. Distinguir uno de otro se vuelve complicado, incluso se vuelve innecesario. Al momento de apagarse las luces la única realidad posible es la que se presenta en pantalla, y entonces uno se ve transportado y sumergido en otro mundo, viviendo vidas ajenas, disfrutando de una mera ilusión tan bien construida que en ocasiones se pasa por alto.

Es espectáculo, espectáculo atípico, decíamos, puesto que, cuando culmina, no lo hace rodeado por el clamor del aplauso, y las pocas veces que lo hace, esa ovación no está dirigida hacia la película vista, sino a los que participaron en su creación.

Arte es llamado también este fenómeno, tan común como el oxígeno que diariamente se respira. Designado “el séptimo arte” por uno de los primeros críticos y teóricos del cine: Riccioto Canudo. En efecto, actualmente, el cine es considerado un arte, mas no es un arte más, no es sencillo, sino complejo y diverso, y probablemente sea el más completo e importante.

El cine puede ser visto como una conjunción del resto de las artes. Cada una de estas artes (arquitectura, escultura, pintura, música, danza y literatura) pueden ser relacionadas con los aspectos que conforman al cine, o más específicamente, a una película.


Es de este “séptimo arte” de lo que se estará tratando, precisamente, en esta serie de publicaciones, arte que en la actualidad es también uno de los negocios más lucrativos e importantes del mundo. En este sentido, se le puede llamar producto, producto que cuando es de calidad, se convierte en una obra de arte.
Ma. Teresa Vergara Téllez

No hay comentarios:

Publicar un comentario