Conjeturas acerca de la estética como medio o instrumento al servicio de un fin exterior1
El arte como medio o instrumento al servicio de un fin exterior:
mágico, religioso, político. Tal es la concepción del arte que se manifiesta,
por ejemplo, en las pinturas murales prehistóricas, en un altar medieval,
una escultura azteca o en una máscara africana.
Dr. Adolfo Sánchez Vázquez
En la búsqueda de nuevas propuestas para ofrecer a nuestro estimado lector en esta columna semanal, esta neófita en materia de estética, se encontró con la primera conferencia del Dr. Adolfo Sánchez Vázquez; ofrecida 23 de septiembre de 2004 en la aula magna de la UNAM. De dicha conferencia tomaremos como tema esta semana: la estética como medio o instrumento al servicio de un fin exterior, es decir, para cumplir un fin extra estético y el valor de dicho objeto; basados en un comentario hecho en la ponencia.
La contemplación y la obra en sí
En primer término y antes de abordar el fin de los objetos, hablaremos un poco acerca de la noción de la obra en sí. Esta concepción nace desde Kant quien menciona que el arte es aquello que es digno de ser contemplado. (p. 13) La fenomenología de Edmund Husserl va a retomar este concepto: el valor del arte en sí mismo. Es decir, el objeto artístico no tendrá ningún fin extra estético sino, el de ser en sí mismo, extraído de su entorno; de allí su valor contemplativo. Ahora bien, del valor contemplativo de los objetos artísticos como tal, como bien menciona el Dr. Adolfo Sánchez Vázquez, el lugar idóneo para este fin es el museo. Como parte de la Modernidad el museo constituye una importancia contemplativa, sin ninguna otra ventaja que el de observar objetos tomados desde su entorno y admirados en sí mismos
El fin de los objetos
En el comentario antes mencionado se plantea el hecho de la contemplación de objetos cuyo fin no era estrictamente estético. Aquí nos podemos plantear otra cuestión y es el valor del objeto. Un objeto elaborado no con fines estéticos, sino, con fines de otra índole; pueden ser mágicos, religiosos, o bien políticos, (p. 15) en estos casos; qué ocurre con el objeto. Mencionemos pues, el valor del objeto fenomenológicamente hablando. La máscara tal o el jarrón tal, tenían un objetivo que si bien incluye el hecho estético, su fin no era únicamente el de ser valorado por ello; tenía un uso en tanto las costumbres y tradiciones desde donde fue extraído. Por falta de esas costumbres que sustentan su existencia entonces es el valor estético y la visión fenomenológica es lo que permite al objeto ser sin la alienación del uso y del objetivo.
El valor extra estético del objeto
De aquí partimos al hecho extra estético. A diferencia de los objetos de la antigüedad que carecen de sentido en el uso porque las costumbres ya no obedecen á los fines con que fueron elaborados, es su valor estético lo que los hace perdurar y continuar siendo admirados; los objetos con un fin extra estético utilizan la estética como medio para lograr un fin distinto de su valor. A saber, el que no se conciba con el valor estético en sí, no evita que sea ese mismo valor el que determina el fin último y exitoso de la obra. Si la intención estética de la obra no es lograda es igual que mal lograr la intención extra estética. La estética como un modo intencional de influir en el receptor puede o no ser lograda.
El valor fundamental de los objetos
Decíamos pues que el valor del objeto aunque su intención no sea puramente estética si se define y se logra gracias a ésta, entonces cuál es el valor de la obra; el extra estético o el estético. Determinemos pues que el valor estético no es lo mismo que su función. El artista construye el objeto con intención estética aunque no sea su función, sino, su valor. El fin ya sea magico, político religioso, etc, del objeto es su uso; aquello que le confiere valor es la intención estética del mismo. Un objeto puede valorarse en términos estéticos pero no ser usado o útil en cuanto a una función. Así la estética resulta un medio para lograr una intención extra estética pero que no evade su valor por sí misma.
Rocío Berenice Ortiz García. “Rose”
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Expresión tomada de la primera conferencia del Dr. Adolfo Sánchez Vázquez,
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IBIDEM
Bibliografía y Referencias:
Primera Conferencia Introducción a la estética de la recepción. Conferencias realizadas por el Dr. Adolfo Sánchez Vázquez, dentro del Ciclo De la estética de la recepción a una estética de la participación. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional Autónoma de México. Aula Magna el 23 de septiembre de 2004. Aula Magna. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional Autónoma de México. Encuentre el pfd aquí:
01_De_la Estetica_ASV_2007_1a_Conferencia_11_28.pdf
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