Prestando
mucha atención en las esquinas más obscuras, se puede escuchar la tocata en
violín más triste y mortal que toca la viuda despechada. Viudas negras y arañas
violinistas son las que se presumen como las más mortíferas arañas o inclusive
seres vivos, que con un veneno fulminante pueden acabar con la vida de otros
entes más grandes que ellas. Arañas, todas provocan pavor a una gran mayoría,
pero incluso podría ser posible que la no pacífica muerte provocada por estos
dos temibles arácnidos sea poesía para algunos, una poesía de ocho patas. Una
de estas dos ataca sin medir consecuencias, mientras que la otra puede
tranquilamente caminar sobre la piel de un temerario que la sostenga, mientras
su paz no sea alterada con una vibración terrorífica. Arañas, tantas
variedades, millones, pero solo dos provocan esta clase de escalofríos.
Tanto
la viuda como la violinista poseen el veneno suficiente como para romper el
corazón de cualquier hombre. Cuando un corazón es roto, normalmente no hay
problema, pues el dolor puede parar después de que el herido se relaje y piense
un poco, pero la forma de romper corazones de estos dos arácnidos puede
resultar muchísimo más doloroso que el desamor. Entrar en detalles acerca de la
sintomatología de la picadura de estas damas podría llegar a resultar una
experiencia nada agradable para el lector de esta columna, especialmente porque
no se desea sentir aún más repudio o miedo por estas terroríficas pero hermosas
criaturas. Dolor y muerte anuncian los pasos de patas delicadas de estas
arañas, tal vez los humanos provocamos ese mismo sentimiento en otros seres
vivos con nuestro caminar.
Miles
son los que tienen miedo, ¿qué pasa con los que no tienen miedo? Fanáticos e
investigadores de arañas existen ahí afuera, escondidos en sus propios rincones
obscuros disfrutando de la semejanza que pueden compartir con las ya
mencionadas. Posiblemente solamente haya sido una descarada hipérbole lo dicho
hace un momento, pero en algún lugar de este mundo se han reportado muertes de
aquellos que decidieron dar un salto en dirección al amor de una araña viuda
negra o violinistas. Tanta elegancia engatusa a varios que por el poco cuidado
cayeron en el rojo reloj de arena que anuncia muerte por la viuda negra.
El
hogar es imperturbable, en caso de estas pequeñas de ocho patas, aquel que ose
molestar en su hogar, será acreedor de un castigo bastante severo. Por un lado
tenemos a la viuda negra, la cual prefiere vivir en pequeños rincones tejiendo
una tela que servirá como su hogar; mientras que la araña violinista vive en
lugares obscuros y calientes, lugares peligrosos para aquel que no le importe colocar
una parte de su propio cuerpo en ese lugar. Ante la presencia del peligro,
estas pueden actuar de diferente forma, pues mientras que la viuda negra finge
morir para ser dejada en su tranquila paz, su contraria atacará sin piedad lo
que sea, con movimientos rápidos y deseos de acabar con el enemigo. Por último
se puede denotar que los encuentros con estas dos son poco probables, pues si
bien la violinista proviene de México, la viuda negra habita principalmente en
Estados Unidos, pero jamás está demás el mirar dos veces a esa misteriosa
sombra que corrió cerca de la orilla de una pared a altas horas de la noche.
Desde
comezón por todo el cuerpo, hasta el sentimiento de que un insecto corre por la
piel desnuda, son los síntomas que provoca el leer un poco sobre dos arañas
extremadamente venenosas. El veneno es hermoso cuando se mira el contenedor que
lo posee, pero a pesar de que cualquiera puede ser seducido por el miedo
provocado en patas de estas dos, siempre se debe de velar por la seguridad de
la calma indolora del no enfrentamiento contra una de estas dos pequeñas. Al
final siempre se puede hacer la pregunta al aire, no esperando una respuesta
¿Vale más la vida del invasor que del agresor?, y en caso del deseo de
responder, también se puede preguntar ¿Quién es el agresor y quién el invasor?
Por: Arteaga Estrada Aldo
Columna debió de ser publicada el día 10 de mayo del 2016
Esta imagen no se relaciona con el tema. |
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