sábado, 26 de marzo de 2016

Cine a cuadros

Kes

Billy Casper (David Bradley) es un joven adolescente que enfrenta unas condiciones de vida poco alentadoras: parece estar destinado únicamente a convertirse en minero, y constantemente sufre los maltratos de su hermano mayor, sus maestros y compañeros de escuela. Descrito por su madre como un "caso perdido", suele cometer robos pequeños, involucrarse en peleas y comportarse mal. Pero todo mejora cuando, un día, Billy encuentra un pequeño halcón en un nido, al que pone por nombre "Kes" (el nombre de su especie), lo domestica y transforma en su única fuente de felicidad y esperanza.

Es una película dirigida por el director inglés Ken Loach, quien, durante sus casi cincuenta años de carrera,  se ha caracterizado por realizar críticas sociales en sus películas, y retratar de manera sumamente realista, personajes y locaciones humildes, en situaciones marginales y disfuncionales. Así lo hacía desde 1969, cuando aún firmaba como Keneth Loach, en el año en que fue creado el filme del que aquí se trata: "Kes", su segundo largometraje.

Fue filmado en la ciudad de Barnsley, al sur del condado de Yorkshire en Inglaterra y cuenta con la excelente fotografía de Chris Menges, quien, en los momentos de tristeza y desesperanza que vive Billy, nos muestra los barrios bajos de la ciudad, mientras que, durante el tiempo que Billy pasa con su halcón, nos presenta los bellos paisajes británicos. Es esta dualidad la que otorga más realismo y fuerza emocional a esta gran película.

Está basada en la novela escrita por Barry Hines, co-guionista de la cinta, y ha sido alabada por la crítica en general, ubicada en el tercer lugar de "Las cincuenta películas que debes ver a los catorce años", y en el séptimo lugar de "Las mejores cien películas británicas", ambas listas creadas por el Instituto de Cine Británico.

Esta película no merece pasar desapercibida. El realismo presente en ella la hace sumamente impactante e inolvidable. Parafraseando a Tony Garnett, el productor de la cinta, existen documentales que fabrican mentiras, mientras que algunas obras de ficción consiguen contar la verdad. "Kes" es una de ellas, y eso explica su trascendencia en la historia del cine, no sólo británico sino internacional. Digna de disfrutarse.

María Teresa Vergara Téllez

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