Breve Comentario Acerca de la Estética de Cavalcanti
Para comenzar a hablar de la estética de Cavalcanti nos resulta imposible un preámbulo dedicado a sus influencias. Hablar de Cavalcanti en terminos esteticos requiere pues, hace mención al rigor del nombramiento de Aristóteles y Averroes, principales influencias en el sentido estético y filosófico.
Hablemos de Aristóteles.
Sabemos que para él, la belleza está encaminada al lo más elevado, la mímesis como medio de ejecución pero también de transmisión, en tanto que más cerca de la realidad y al mismo tiempo embellecida, entonces más cerca de lo más alto que aquella belleza debía ser. Aristóteles señala en su Poética tres indicios constitutivos de la belleza: el orden, la simetría y la precisión, para él la belleza tenía una relación estrecha con el intelecto, sin desprenderse de la imagen o la forma, sin embargo, no estaba únicamente en el sujeto o en el comportamiento de tal, sino que también se encontraba en lo inmóvil. La realidad se debía representar del modo más bello posible sin perder su esencia pero siempre tratando de acercarnos a lo más elevado a la belleza que se puede inteligir con los sentidos y a través de ellos ser llevada plenamente al intelecto y a la memoria.
La doctrina de Averroes
Consideramos pertinente hablar de los comentarios de Averroes a la retórica y a la dialéctica.
Averroes relaciona directamente retórica y dialéctica y los refiere como un sólo arte que es la lógica, como bien menciona Menéndez Pelayo (p. 369) Averroes entendió muy bien la doctrina de la entimema o el silogismo oratorio mismo que Aristóteles menciona por primera vez en El Organon. Ubica al silogismo como parte de la lógica, descarta la pasión, ya sea de odio o de amor como parte de la comprobación del silogismo, afirmó que la lógica con la que se debe estudiar la retórica sin embargo todo ello es contenido por la dialéctica. Hablo de la retórica como algo útil de uso consuetudinario y postuló a la dialéctica como aquella materia con la cual se debía constituir el arte.
Lo sentidos formaron parte importante de su doctrina, influencia de Aristóteles, desde luego, aunque no comprendió del todo los escritos aristotélicos la influencia de lo más notable está presente en su doctrina. Para Averroes el alma es la forma substancial del cuerpo humano, la cual no sobrevive después de la muerte, la máxima facultad que le atribuye es el intelecto pasivo o la imaginación, por medio de éste, el intelecto pasivo, puede unirse al intelecto agente, que es lo que nosotros entendemos como inteligencia, entendida como el acto de comprender.
Estas dos doctrinas influyen notablemente en Cavalcanti desde que asiste a la Universidad de Bolonia. A continuación transcribimos uno de sus más famosos poemas, hablaremos de él en relación con lo establecido anteriormente.
Donna me prega, – per ch’eo voglio dire
Dueña me ruega si querré decir
de un accidente, asaz frecuente y fiero,
tan altanero que es llamador amor:
y aún quien lo niega la verdâ ha de oír.
Mas ahora gente competente quiero,
que a lo que infireo no a mente inferior
cabe en el tema entrar con experiencia:
la ausencia de derecho experimento
ni a mi talento iba a dejar probar
dó aquél se posa, y quien lo haga brotar
que serán su virtud y su potencia,
la esencia, sus efectos en aumento,
y el placimiento que nos le hace amar,
y si señal de sí brinde al mirar.
En esa parte en que el recuerdo mora
toma su estado, perfilado, como
diáfano asomo, en una obscuridad
que de Marte proviene, y se demora.
Y ya creado, y bien nombrado, es pomo
del alma, como afán de voluntad.
Surge al ver una forma que se entiende,
que prende en el obrar del intelecto,
señor electo, y hace allí afirmanza.
En lugar tal no teme malandanza,
pues no de cualidades se desprende;
y esplende en él un eternal efecto:
no cabe afecto, sino contemplanza,
ni se presta a ninguna semejanza.
No es la virtud, pero de aquélla viene
que es perfección ( y afirmación de tal),
no racional pero sensible, digo.
no hay rectitud cuando a juzgar se aviene
pues la intención como razón le val:
discierne mal quien del vicio es amigo.
De su poder suele seguirse muerte
si es suerte que a virtud tenga impedida,
la cual convida a muy contraria vía:
no que a natura tenga antipatía;
como quien el perfecto bien no advierte,
revierte en que no pueda tener vida,
pues firme, en sí, no encuentra señoría:
de quien amor se olvida, igual diría.
Muéstrase cuando el asimiento es tanto
que la natura en desmesura torna,
ni le soborna descansar ya más.
Llega mundano color, risa en llanto
y en mueca dura hasta la faz deforma;
pronto retorna: así también verás
cómo en gente de precio asaz se embeba.
La nueva condición llama al suspiro
y al pasmo, en tiro a un blanco sin sosiego
que ira desadormecer y torna en fuego
(ni lo puede pensar quien lo prueba),
no aprueba a imán ceder el almo retiro
dándose un giro, ni que sea por juego;
poco le importa si uno es sabio o lego.
Tiene ahí su encaje aquel mirar gallardo
que al parecer nos da placer tan cierto;
ya no encubierto va, pues dio en el centro.
Nunca es salvaje el de beldades dardo,
pues que el temer niega, al querer, acierto:
mas premio es cierto el del flechado adentro.
Y conocer no es dado su semblante:
que amante, blanco está al dar en su mano;
así, es humano, forma no se ve,
y menos a quien tuvo ella pie.
Sin colores que lo hagan circunstante,
actuante entre las sombras, brillan en vano.
Y de antemano téngase por fe
que sólo de éste se obtendrá merced.
Tu libre de cuidado ve, canción,
a donde gustes; pues tal vas ornada
que harto alabada sea tu elección
donde afición no excuse entendimiento:
con otra gente, mal habrás contento.
No hace falta mucho para darnos cuenta de la relación que hace Cavalcanti con la doctrina de Averroes y de Aristóteles, desde lo visto (que se percibe a través de los sentidos) llega a la memoria “En esa parte en que el recuerdo mora” [...] “no cabe afecto, sino contemplanza, ni se presta a ninguna semejanza.” no hay mimesis más perfecta que esa, es decir, se llegó al ideal de lo más alto. [...] “no racional pero sensible, digo.” Aquí se alude a Averroes cuando habla cerca del intelecto pasivo. “no que a natura tenga antipatía;”
Aristoteles tambien manejo el concepto de natura en relación con la mejor imitación de la realidad, aquí Cavalcanti responde a tal influencia diciendo que no hay en el amor que está viviendo, en el sentido de experiencia estética visible, no contradice a la naturaleza [...] “ (ni lo puede pensar quien lo prueba),” no se puede prescindir de la experiencia sensible para comprender el amor desde el intelecto. La anteriores es sólo un breve recorrido por algunos de los contenidos filosóficos de los que se manifiestan en Cavalcanti; nos habla de la experiencia de lo visto a través de los sentidos llevado al intelecto entendido, comprendido, como una suerte de contemplación activando la dualidad del alma, el principio pasivo unido al activo y de allí que no se pueda solamente mirar, sino que se experimenta el dolor de lo visto cuando se ve y de la evocación cuando la ausencia nos desprovee, de allí que la ausencia para Cavalcanti sea una suerte de muerte que nunca se consuma. es un poema filosófico con un estilo clásico. Desde luego esta es una brevísima semblanza hecha de este modo para no obviar ni quitarle al lector la experiencia completa del poema, dicha semblanza desde luego no le hace en modo alguno justicia al poema.
Concluimos este comentario diciendo lo difícil que nos resultó la búsqueda de datos con respecto a Guido Cavalcanti quien a nuestra consideración es un poeta que se encuentra a la altura de su época y merece el cuidado de los estudiosos no solamente en mención del Gran Dante Alighieri, sino como el poeta digno de reconocimiento por sí mismo, razón por la cual decidimos dedicarle éste, que aunque breve y sin duda poco justo para la complejidad de su obra, en cierto modo para nosotros es dedicarle un poco a quien aporto tanto sin el reconocimiento debido.
Rocío Berenice Ortiz García "Rose"
Bibliografía y Referencias:
https://es.wikipedia.org/wiki/Dolce_stil_novo
https://es.wikipedia.org/wiki/Averroes
http://www.uv.es/charco/documentos/averroes.htm
El libro y la carne (Hermenéutica del libro). Leonardo Rivera, Angélica Valentinetti. 1998. Universidad de Sevilla. España.
https://books.google.com.mx/books?id=gv9W-HkNo4QC&pg=PA74&lpg=PA74&dq=cavalcanti+y+la+doctrina+de+averroes&source=bl&ots=pJXR1himPj&sig=WXsYSfJOCfxLL4C3A6SfRR3ueyo&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwjowdCKu5vLAhVnt4MKHWkqDR8Q6AEIJTAC#v=onepage&q=cavalcanti%20y%20la%20doctrina%20de%20averroes&f=false
http://campodemaniobras.blogspot.mx/2010/11/guido-cavalcanti-dama-me-ruega.html
http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=andres-el-capellan
Conceptos fundamentales de la poética teórica de Dante Alighieri.
José Antonio Trigueros Cano. Universidad de Murcia.
https://books.google.com.mx/books?id=Zv6fAnqQDoIC&pg=PA106&lpg=PA106&dq=Cavalcanti+y+el+Aristotelismo&source=bl&ots=4lJu8HMcRX&sig=4XtrdDNtagfUkk8ooE40b7qKmkw&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwjG-YTC8pvLAhXLn4MKHRXNCyAQ6AEIMjAE#v=onepage&q=Cavalcanti%20y%20el%20Aristotelismo&f=false
https://books.google.com.mx/books?id=SzAKVm81lQ4C&pg=PR42&lpg=PR42&dq=Cavalcanti+y+el+Aristotelismo&source=bl&ots=W4jX6wFIom&sig=FocFlBYDLKgkSsySWrNviyUii1k&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwjG-YTC8pvLAhXLn4MKHRXNCyAQ6AEIMDAD#v=onepage&q=Cavalcanti%20y%20el%20Aristotelismo&f=false
Florencia, Roma y los orígenes del Renacimiento. George Holmes. Ediciones Akal S.A. 1993. Madrid.
Luis Farré
http://www.filosofia.org/aut/003/m49a1445.pdf
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