domingo, 6 de marzo de 2016

De lo Estético y lo Bello




Breve Comentario Acerca de la Estética de Cavalcanti


Para comenzar a hablar de la estética de Cavalcanti nos resulta imposible un preámbulo dedicado a  sus influencias. Hablar de Cavalcanti en terminos esteticos  requiere pues, hace mención al rigor del nombramiento de Aristóteles y Averroes, principales influencias en el sentido estético y filosófico.

Hablemos de Aristóteles.
Sabemos que para él, la belleza está encaminada al lo más elevado, la mímesis como medio de ejecución pero también de transmisión, en tanto que más cerca de la realidad y al mismo tiempo embellecida, entonces más cerca de lo más alto que aquella belleza debía ser. Aristóteles señala en su Poética tres indicios constitutivos de la belleza: el orden, la simetría y la precisión, para él la belleza tenía una relación estrecha  con el intelecto, sin desprenderse de la imagen o la forma, sin embargo, no estaba únicamente en el sujeto o en el comportamiento de tal, sino que  también se encontraba en lo inmóvil. La realidad se debía representar del modo más bello posible sin perder su esencia pero siempre tratando de acercarnos a lo más elevado a la belleza que se puede inteligir con los sentidos y a través de ellos ser llevada plenamente al intelecto y a la memoria.


La doctrina de Averroes

Consideramos pertinente hablar de los comentarios de Averroes a la retórica y a la dialéctica.
Averroes relaciona directamente retórica y dialéctica y los refiere como un sólo arte que es la lógica, como bien menciona  Menéndez Pelayo (p. 369) Averroes entendió muy bien la doctrina de la entimema o el silogismo oratorio mismo que Aristóteles menciona por primera vez en El Organon. Ubica al silogismo como parte de la lógica, descarta la pasión, ya sea de odio o de amor como parte de la comprobación del silogismo, afirmó que  la lógica con la que se debe estudiar la retórica sin embargo todo ello es contenido por la dialéctica. Hablo de la retórica como algo útil de uso consuetudinario y postuló a la dialéctica como aquella materia con la cual se debía constituir el arte.

Lo sentidos formaron parte importante de su doctrina, influencia de Aristóteles, desde luego, aunque no comprendió del todo los escritos aristotélicos  la influencia de lo más notable está presente en su doctrina. Para Averroes el alma es la forma substancial del cuerpo humano, la cual no sobrevive después de la muerte, la máxima facultad que le atribuye es el intelecto pasivo o la imaginación, por medio de éste, el intelecto pasivo, puede unirse al intelecto agente, que es lo que nosotros entendemos como inteligencia, entendida como el acto de comprender.

Estas dos doctrinas influyen notablemente en Cavalcanti desde que asiste a la Universidad de Bolonia. A continuación transcribimos uno de sus más famosos poemas, hablaremos de él en relación con lo establecido anteriormente.

Donna me prega, – per ch’eo voglio dire

Dueña me ruega   si querré decir
de un accidente,    asaz frecuente   y fiero,
tan altanero    que es llamador amor:
y aún quien lo niega    la verdâ ha de oír.
Mas ahora gente    competente   quiero,
que a lo que infireo   no a mente inferior
cabe en el tema entrar con experiencia:
la ausencia    de derecho experimento
ni a mi talento    iba a dejar probar
dó aquél se posa, y quien lo haga brotar  
que serán su virtud y su potencia,
la esencia,    sus efectos en aumento,
y el placimiento    que nos le hace amar,
y si señal de sí brinde al mirar.

En esa parte    en que el recuerdo mora
toma su estado,    perfilado,    como
diáfano asomo,    en una obscuridad
que de Marte    proviene, y se demora.
Y ya creado,    y bien nombrado,     es pomo
del alma, como    afán de voluntad.
Surge al ver una forma que se entiende,
que prende    en el obrar del intelecto,
señor electo,     y hace allí afirmanza.
En lugar tal no teme malandanza,
pues no de cualidades se desprende;
y esplende     en él un eternal efecto:

no cabe afecto,     sino contemplanza,
ni se presta a ninguna semejanza.

No es la virtud,      pero de aquélla viene
que es perfección      ( y afirmación     de tal),
no racional      pero sensible, digo.
 no hay rectitud     cuando a juzgar se aviene
pues la intención      como razón   le  val:
discierne mal     quien del vicio es amigo.
De su poder suele seguirse muerte
si es suerte    que a virtud tenga impedida,
la cual convida    a muy contraria vía:
no que a natura tenga antipatía;
  como quien el perfecto bien no advierte,
revierte   en que no pueda tener vida,
pues firme,    en sí, no encuentra señoría:
de quien amor se olvida, igual diría.

 Muéstrase cuando     el asimiento es tanto
que la natura      en desmesura    torna,
ni le soborna      descansar ya más.
Llega mundano   color, risa en llanto
y en mueca dura     hasta la faz     deforma;
pronto retorna:     así también verás
  cómo en gente de precio asaz se embeba.
La nueva   condición llama al suspiro
y al pasmo, en tiro     a un blanco sin sosiego
que ira desadormecer y torna en fuego
(ni lo puede pensar quien lo prueba),
no aprueba    a imán ceder el almo retiro
dándose un giro,     ni que sea por juego;
poco le importa si uno es sabio o lego.

 Tiene ahí su encaje     aquel mirar gallardo
que al parecer    nos da placer     tan cierto;
ya no encubierto      va, pues dio en el centro.
  Nunca es salvaje     el de beldades dardo,
pues que el temer     niega, al querer,       acierto:
mas premio es cierto    el del flechado adentro.
Y conocer no es dado su semblante:
que amante,    blanco está al dar en su mano;
así, es humano,     forma no se ve,
y menos a quien tuvo ella pie.
 Sin colores que lo hagan circunstante,
actuante    entre las sombras, brillan en vano.
Y de antemano      téngase por fe
que sólo de éste se obtendrá merced.

Tu libre de cuidado ve, canción,
a donde gustes; pues tal vas ornada
que harto alabada     sea tu elección
donde afición    no excuse entendimiento:
con otra gente, mal habrás contento.


No hace falta mucho para darnos cuenta de la relación que hace  Cavalcanti con la doctrina de Averroes y de Aristóteles, desde lo visto (que se percibe a través de los sentidos) llega  a la memoria  “En esa parte    en que el recuerdo mora”  [...] “no cabe afecto,     sino contemplanza, ni se presta a ninguna semejanza.”  no hay mimesis más perfecta que esa, es decir, se llegó al ideal de lo más alto. [...]  “no racional      pero sensible, digo.” Aquí se alude a Averroes cuando habla cerca del intelecto pasivo. “no que a natura tenga antipatía;”
Aristoteles tambien manejo el concepto de natura en relación con la mejor imitación de la realidad, aquí Cavalcanti responde a tal influencia diciendo que no hay en el amor que está viviendo, en el sentido de experiencia estética visible, no  contradice a la naturaleza  [...] “ (ni lo puede pensar quien lo prueba),” no se puede prescindir de la experiencia sensible para comprender el amor desde el intelecto. La anteriores es sólo un breve recorrido por algunos de los contenidos filosóficos de los que se manifiestan en  Cavalcanti; nos habla de la experiencia de lo visto a través de los sentidos llevado al intelecto entendido, comprendido, como una suerte de contemplación activando la dualidad del alma, el principio pasivo unido al activo y  de allí que no se pueda solamente mirar, sino que se experimenta el dolor de lo visto cuando se ve y de la evocación cuando la ausencia nos desprovee, de allí que la ausencia para Cavalcanti sea una suerte de muerte que nunca se consuma. es un poema filosófico con un estilo clásico. Desde luego esta es una brevísima semblanza hecha de este modo para no obviar ni quitarle al lector la experiencia completa del poema, dicha semblanza desde luego no le hace en modo alguno justicia al poema.

Concluimos este comentario diciendo lo difícil que nos resultó la búsqueda de datos con respecto a Guido Cavalcanti quien a nuestra consideración es un poeta que se encuentra a la altura de su época y merece el cuidado de los estudiosos no solamente en mención del Gran Dante Alighieri, sino como el poeta digno de reconocimiento por sí mismo, razón por la cual decidimos dedicarle éste, que aunque breve y sin duda poco justo para  la complejidad de su obra, en cierto modo para nosotros es dedicarle un poco a quien aporto tanto sin el reconocimiento debido.

Rocío Berenice Ortiz García "Rose"



Bibliografía y Referencias:

https://es.wikipedia.org/wiki/Dolce_stil_novo

https://es.wikipedia.org/wiki/Averroes

http://www.uv.es/charco/documentos/averroes.htm

El libro y la carne (Hermenéutica del libro). Leonardo Rivera, Angélica Valentinetti. 1998. Universidad de Sevilla. España.

https://books.google.com.mx/books?id=gv9W-HkNo4QC&pg=PA74&lpg=PA74&dq=cavalcanti+y+la+doctrina+de+averroes&source=bl&ots=pJXR1himPj&sig=WXsYSfJOCfxLL4C3A6SfRR3ueyo&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwjowdCKu5vLAhVnt4MKHWkqDR8Q6AEIJTAC#v=onepage&q=cavalcanti%20y%20la%20doctrina%20de%20averroes&f=false


http://campodemaniobras.blogspot.mx/2010/11/guido-cavalcanti-dama-me-ruega.html

http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=andres-el-capellan

Conceptos fundamentales de la poética teórica de Dante Alighieri.

José Antonio Trigueros Cano. Universidad de Murcia.

https://books.google.com.mx/books?id=Zv6fAnqQDoIC&pg=PA106&lpg=PA106&dq=Cavalcanti+y+el+Aristotelismo&source=bl&ots=4lJu8HMcRX&sig=4XtrdDNtagfUkk8ooE40b7qKmkw&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwjG-YTC8pvLAhXLn4MKHRXNCyAQ6AEIMjAE#v=onepage&q=Cavalcanti%20y%20el%20Aristotelismo&f=false


https://books.google.com.mx/books?id=SzAKVm81lQ4C&pg=PR42&lpg=PR42&dq=Cavalcanti+y+el+Aristotelismo&source=bl&ots=W4jX6wFIom&sig=FocFlBYDLKgkSsySWrNviyUii1k&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwjG-YTC8pvLAhXLn4MKHRXNCyAQ6AEIMDAD#v=onepage&q=Cavalcanti%20y%20el%20Aristotelismo&f=false

Florencia, Roma y los orígenes del Renacimiento. George Holmes. Ediciones Akal S.A. 1993. Madrid.

Luis Farré
http://www.filosofia.org/aut/003/m49a1445.pdf

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