Fullmetal Alchemist: Brotherhood
Crysopoeia. Así es como se conoce a la
transmutación de cualquier metal en oro, un objetivo de muchos alquimistas que
nunca lograron que esto realmente funcionara. Los alquimistas pensaban que si
podían mutar cualquier metal para convertirlo en oro, entonces cabía la
posibilidad de que se pudiera alcanzar la vida eterna, creando así la llamada y
bien conocida búsqueda de la Piedra Filosofal. Sin embargo, tratar de jugar con
la naturaleza misma conlleva muchos riesgos y sacrificios, ¿cierto? ¿Qué precio
has de pagar por romper el ciclo de la vida? Los hermanos Elric de este anime,
pueden ayudar a explicar ese lado de la alquimia.
Fullmetal Alchemist, conocido en Japón
como Hagane no Renkinjutsushi que significa “el alquimista de acero”, es una
serie de animación realizada por BONES en
el 2003 y que supuso el éxito y popularidad mundial del manga de Hiromu
Arakawa que comenzó a publicarse en agosto del 2001 y terminó en junio del 2010
por la editorial Square Enix. Con tan sólo un año de publicación del manga en
la revista Shonen Gangan, el estudio de anime había apostado por realizar una
versión animada de la obra del mangaka; sin embargo, muy pronto la animación
había alcanzado los capítulos del manga, provocando que el anime tuviera un
desarrollo completamente diferente a la historia original. Posteriormente, se
creó una segunda serie de anime llamada Fullmetal Alchemist: Brotherhood, la
cual se comenzó a transmitir en Japón el 5 de abril de 2009 y que fue mucho más
fiel al manga, resumiendo rápidamente lo sucedido en la primera y cambiando
varios aspectos, terminando con 64 capítulos en julio 2010.
El anime nos habla de los hermanos Elric,
Edward y Alphonse. Son dos hermanos alquimistas que, cuando su madre muere
cuando eran pequeños, dejándolos solos pues su padre los abandonó, intentan
devolverla a la vida infringiendo la regla más importante de la alquimia: la
transmutación humana, es decir, la resurrección de una persona. Cuando la
transmutación se tuerce y sale mal, trayendo una abominación al mundo y no a su
madre, Edward pierde su pierna y brazo, y Alphonse su cuerpo entero, teniendo
su hermano que atar su alma a una armadura. Después de ese suceso, Ed y Al se
embarcarán en un viaje por todo Amestris (el lugar ficticio donde se desarrolla
la historia) buscando la legendaria Piedra Filosofal, la cual tiene los poderes
necesarios para que ambos puedan regresar a sus cuerpos originales.
Descubrirán, junto a otros personajes, muchos secretos de la alquimia y otros
problemas que podrían poner sus vidas y las de las demás personas en un grave
problema.
Como se dijo en un inicio, Fullmetal
Alchemist: Brotherhood, no es la primera entrega, tiene a sus espaldas una
antecesora que, por no ser tan fiel al manga e inventar otros giros
argumentales para seguir con la coherencia de los hechos, no fue tan bien
recibida por los demás fanáticos que habían leído las entregas de la mangaka
antes que su adaptación animada. Sin embargo, la nueva entrega supo borrar los
errores cometidos y traer al mundo de Fullmetal, los verdaderos giros dramáticos
y de acción que mantendrán al espectador con ansias y altas expectativas sobre
lo que puede suceder en el capítulo que sigue además de montones de personajes
que irán afectando el curso de la historia de un modo u otro, provocando que
los protagonistas muestren un cierto crecimiento y desarrollo a lo largo de
todo el tiempo que transcurre dentro de este universo.
Se haya leído o no el manga, el anime de
Fullmetal Alchemist: Brotherhood es uno de esos animes que se hacen
indispensables para cualquier fan de la buena animación japonesa: el carácter
steampunk que parece reinar en todos los capítulos, los diferentes personajes y
la buena banda sonora (aunque no tan épica como en otros animes), hacen de esta
animación una aventura que de principio a fin, mantendrá expectante al público
gracias a su buen diseño y desarrollo.
10/10
Katia de Leija M.
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