miércoles, 30 de marzo de 2016

Sobre insectos y arácnidos, reflexiones de un simple hombre: Gusanos



                No figura más común en la mente de cualquiera que piense en un insecto, más que un gusano. Repulsivo o no, de colores brillantes o simplemente uno de tierra. Al final de cuentas el gusano es casi el representante de todos los insectos casi por decreto divino al ser nosotros que lo manifestamos en nuestras mentes; sea como sea en algún momento debíamos de abordar a éste embajador de todos los pequeños rastreros que en nuestro mundo habitan.

                ¿Qué variedad tan infinita de gusanos existirán para deleitar nuestros ojos? Los hay desde inofensivos y en grandes números, hasta aquellos que con solo un roce de su pequeño cuerpo pueden causar dolores tremendos al desafortunado que habrá pasado por su camino. Los hay feos por sus movimientos o viscosa apariencia, así como también hay otros que son bellos y velludos, otra obra maestra de la naturaleza. Pero no hay duda que a más de uno le causan escalofríos el solo verlos.

                Los gusanos no son solo larvas mostradas como primera etapa de evolución para otro insecto posiblemente más o menos repulsivo para quien le mire, sino que también son los responsables de que nuestras plantas florezcan en el jardín, siendo ellos parte del sistema natural de fertilización de la tierra. Por otra parte, aquellos rastreros que fertilizan la tierra pueden sernos de tal utilidad que salvar nuestra vida podrían lograr; esto claro en una situación donde comerlos sea necesario por su alta dosis de proteínas.

                De cualquier forma no hay que olvidar lo poco valorados que son estos pequeños, de tal forma que su coloquial nombre: gusano, es usado como un vil insulto para quitar categoría o valor a otro ser. Bueno en si toda la gama de insectos se puede usar para lo mismo, pero pareciese que el gusano es la forma más baja a lo que se puede llegar entre esta gran familia de pequeños seres vivos.

                Lo que por hoy se podría concluir en ésta columna sería algo como una frase que se usa bastante en ésta época actual “No juzgues en base a las apariencias”, pero tal vez los gusanos son más que una frase como aquella, pues si bien es cierto que se le juzga a un gusano por su aspecto, no solo ello debería de ser tomado en cuenta, sino también el trabajo que realiza con posible felicidad, pues bien sea dicho “feliz como una lombriz”. Al final tampoco se puede creer en ésta última, pero por alguna razón parece más acertada.

 Por: Aldo Arteaga Estrada

No hay comentarios:

Publicar un comentario