“Kenzen naru tamashii ha (wa), kensen naru seishin to, kenzen naru nikutai ni yadoru.”(“Un alma saludable habita en una mente saludable y en un cuerpo saludable”)
-Maka
Albarn, Soul Eater, Desde la temporada 1,
capítulo 1 “La resonancia del alma” hasta el último capítulo “¡La contraseña es coraje!”, minuto 0:00.
Los giros
de tuerca sientan bien. No existe un alma dueña de sus facultades mentales,
que no prefiera dormir ocho o más horas a dormitar malamente entre viaje y
viaje en autobús; que tenga sus tres comidas en forma, con sus deliciosas
colaciones ocasionales y no se muera de hambre o coma cualquier porquería; que
haga ejercicio regularmente y no haga raíces en la cama, a causa de su grave
sedentarismo, incluso más peligroso si le comparamos con el tabaquismo. La
salud puede ser un tema multifacético, nos trae de cabeza en diversas etapas de
la vida y a pesar de mostrarnos irresponsables la mayor parte del tiempo, nos
alarmamos cuando nos enfrentamos a un diagnóstico inesperado. Bien, en este
momento voy a retirarme del papel de Lolita Ayala en “Información que cura” y me detendré en lo esencial. La locura
contra la salud, y su mala relación en un determinado anime. En esta edición
saldremos totalmente del tema que se ha tratado durante seis semanas, aquellas
series angloparlantes, encausados en géneros como la comedia y el drama; casi
como si uno se propusiera pensar en lo opuesto a éstas y diera con la
inolvidable animación japonesa, la muchas veces encargada de ofrecernos
creaciones totalmente diferentes a las acostumbradas de este lado del charco.
Soul Eater,
creado por Atsushi Ohkubo (Get Backers, B. Ichi), es un comic (manga) y
animación japonesa (anime), éste último producido y musicalizado por BONES,
Aniplex, Dentsu, Media Factory y TV Tokyo. Se emitió durante los años 2008 y
2009, teniendo la única temporada con un período de cincuenta y un episodios,
con veinticinco minutos por cada uno; a pesar de la continuación del manga,
asimétrico con la producción del anime, decidieron cortar al último,
conteniendo un rumbo importante de la historia a cambio de abreviar la obra en
formato animado. Al inicio se presenta la misma historia (al estilo de leyenda,
como pasa a lo largo de las primeras sagas de One Piece) y se recapitula así:
“La Escuela Vocacional para Técnicos y Armas de Shinigami, conocida como SHIBUSEN. Es un lugar para no permitir la existencia que una vez hizo al mundo temblar en terror y que arrastró a los humanos a la locura. Fundada por el Shinigami para el estudio y entrenamiento de armas y técnicos. Bueno, hablando francamente… es una organización para la protección de la paz. Me pregunto por qué se llamará vocacional. Como sea, pongámonos con ánimo… ¡Y vamos!”
Es el Shinigami (dios de la muerte) quien
relata esta leyenda, con su voz y sus movimientos tan peculiares. No obstante,
su apariencia no determina su rol tan imponente entorno a la historia. Como
fundador de Shibusen en Death City, “La Muerte” intenta mantener cierta
estabilidad en el mundo; principalmente evitando a toda costa el retorno del
Kishin (dios demonio), una conversión capaz de manifestarse en toda alma
corrompida e intoxicada por la locura y encima que el espíritu en cuestión se
atreva a consumir alguna otra alma benigna. Para ello se han formado equipos
estudiantiles dentro de la academia, con los roles de maestro-portador y arma,
el segundo presentando su forma humana y de artefacto. Su misión es acabar con
esas almas aspirantes a demonios, siendo el arma el que las consume, con la
finalidad de conseguir 99 de estas y una sola de bruja, en ese orden
necesariamente. Así logrará “evolucionar” (como en Pokémon) a una Death Scythe
(guadaña de la muerte) y el Shinigami podrá controlarla en caso de necesitar un
arma en contra de un poderoso contendiente o el mismo Kishin renacido. En el
anime la trama persigue principalmente la evolución de 3 equipos de la escuela:
·
Maka Albarn: maestro y Death Scythe
(inconscientemente). El origen de su apellido es una pequeña referencia a Damon
Albarn, vocalista de Gorillaz. Es una estudiante ejemplar y cree que todos los
hombres poseen la tendencia de comportarse como el parrandero de su padre.
o Soul “Eater”
Evans: guadaña. Comparte el nombre de la serie como juego de palabras, al ser
él quien devora las almas, y además como un tributo al pianista de jazz Bill
Evans. Es lo contrario a su compañera y lo único que le importa es ser más
“cool”.
·
Black☆Star: maestro, ninja y único sobreviviente del Clan de
la Estrella. Es un técnico ególatra, su motivo principal en todo momento es ser
el centro de atención y “superar a los dioses”, como él lo menciona sin tapujos.
Para los entendidos, es como la versión en esteroides de Naruto.
o Tsubaki
Nakatsukasa: arma demoniaca oscura. Capaz de transformarse en múltiples armas
además de una katana. Su personalidad se complementa con su portador, al ser
totalmente tranquila y amable.
·
Death the Kid: maestro, hijo del Shinigami y Shinigami
por sí mismo. Sufre un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), ya que tiene una manía con la simetría y una condena a no serlo por sus tres líneas (líneas
sanzu) sobre un lado de su cabello. Su nombre hace referencia a Billy the Kid,
un pistolero del viejo oeste.
o
Liz y Patty Thompson: pistolas y anteriormente
ladronas en Brooklyn. Kid las eligió como compañeras al ser simétricas. Liz es
la mayor; más cínica y seria que su hermana y es quien siempre intenta animar a
Kid en sus momentos de crisis. Patty en cambio se muestra infantil, burlona,
ingenua y a veces explosiva, disfrutando y asombrándose en todo momento. Kid
prefiere jalar el gatillo de ambas con ambos meñiques.
Conforme avanzan
los episodios la cantidad de personajes aumenta exponencialmente, presenciando
la actuación de estudiantes, maestros, brujas, villanos, Death Scythe’s,
criaturas fantásticas y, por supuesto, el dios demonio. Un fenómeno curioso
dentro de este anime son las referencias, algunas más obvias que otras, en
relación a la cultura popular o al mundo del terror; tal es el caso del
Profesor Franken Stein, Justin Law (“Just in law” = justo dentro de la ley, de
acuerdo a la ley), Ox Ford, Kim Diehl, Excalibur, Jack el Destripador, Al
Capone y un gran etcétera. No podría terminar de enunciar las cualidades encarnadas
en este título. Gráficamente nunca va a decepcionar, tiene movimientos fluidos
y propios al tratarse situaciones como batallas o recorridos de cámara veloces;
el estilo de dibujo de Ohkubo es feo y desproporcionado, sinceramente, pero es
fácil de identificar, característica perdida en Soul Eater Not! La temática, adentrándose tanto al mundo shonen
(género de acción que puede estar destinado a niños/jóvenes) como al tópico de
los dioses de la muerte (como en Death Note y Bleach), entrega algo nuevo: el
continuo estrés/suspenso de las batallas, combinados con la comedia, un rastro
de erotismo y el tratamiento de la locura en distintos matices: tanto los
personajes “buenos” tienen lo suyo de excéntricos, así como el otro lado de la
moneda, al considerar a la locura como una enfermedad contagiosa, capaz de
esparcirse de alma en alma y convertirse en una incontrolable y dañina demencia.
Sin embargo, cuando todos tienen esa mecha de locura, el problema es cuando
llega a ser necesario desconfiar de todos los personajes, pero a la vez
contagiarse de su cariño y buena onda. Por último, un elemento a considerar muy
importante es la música. Cada personaje (importante) tiene un tema y una
acústica que lo caracteriza, basándose en tonos de Jazz, Hip Hop, un poco de
clásica, rock pop y muchos géneros más; esto lo hace mucho más disfrutable,
provoca un ambiente propicio para hundirte en la trama, en la acción y hasta en
esas situaciones divertidas entre tantos aprietos.
"No existe un inherente correcto o incorrecto en este mundo, esas etiquetas sólo son construcciones artificiales. El bien y el mal están en manos de las posiciones de autoridad, así es como ha sido siempre; entonces, ¿cómo alguien podría ser consciente de esta verdad de la que hablas? ¿Acaso no ves que la realidad es la verdad que a la larga se convierte en nada más que una sombra de sí misma?, es un simple eco del pasado ahora...
El mundo es una gran zona gris de moralidad, sólo te hace sentir más seguro el poder categorizarla en buena y mala; no es así como funciona en realidad".
-Dr. Franken Stein
-Dr. Franken Stein
Mención honorífica
Nadia
B A
Siempre he querido ver Soul Eater, los colores me atraen bastante. Ahora con tu reseña, me he terminado de convencer :'3
ResponderEliminarEspero lo disfrutes bastante, querida Katia ^-^ es uno de mis favoritos ~
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