Inevitablemente, el amor, en
todas sus formas, incluso el desamor, ha sido desde la antigüedad uno de los
temas favoritos para el arte, particularmente en la literatura y en la música.
Por esta razón, durante su estancia en la Friendzone podrán disfrutar de música
acorde para cada momento de su depresión amorosa. En realidad, existe un amplio repertorio de
canciones para la Friendzone que en algunos sitios de música en línea se encuentran
bajo la clasificación Unrequited Love:
en cualquier idioma, las clásicas para dolidos; sin embargo, dentro de esta
clasificación encontramos canciones que pueden hacernos reír de nuestra propia
tragedia, las canciones insurrectas sobre el amor no correspondido, las que con
un toque rico de humor negro le quitan lo fatal a cualquier situación. Así que
conecten sus auriculares, es momento de relajarse son la Playlist de la Friendzone: dejen que la música inunde sus cerebros
y ahogue sus penas.
Primero entra el piano, después
la voz con acento británico de Kate Nash cantando Merry Happy de su álbum Made
of Bricks. Este tema es genial no sólo por su melodía pegajosa, sino por su
letra mordaz. Merry Happy nos cuenta la historia de una
chica que al ser rechazada recuerda las cosas que solía hacer con el chico con
quien salía, el cual no especifica que fuera su novio o su amigo. Por su parte,
él niega haberla amado alguna vez, a lo que ella responde “you said it and you
wrote it down… But you obviously, you didn't want to stick around” ¹. Entonces la protagonista, en lugar de dejarse
morir como en una clásica tragedia griega, decide cambiar su actitud y aprender
de lo que pasó. Kate Nash canta que no puede traer de vuelta el tiempo pasado,
pero que tampoco se arrepiente porque “you can grow flowers from where dirt
used to be” ².
Repentinamente, la guitarra
eléctrica del argentino Andrés Calamaro entra poniendo de punta los nervios de
nuestra sensible audiencia. Escuchamos Paloma,
una canción del álbum Honestidad Brutal (1999). Esta vez se trata de un
chico, la canción inicia diciendo: “Mi vida fuimos a volar con un solo
paracaídas, uno sólo va a quedar volando a la deriva”, es el caso típico que
lleva a la Friendzone: dos amigos con diferentes intenciones. A pesar del
riesgo, el chico decide intentarlo y fracasa; la canción dice: “Quiero vivir a
veces para poder olvidarte”. El protagonista se echa la
culpa, dice que fue él quien se equivocó: “No te preocupes, Paloma, hoy no
estoy adentro mío, tu amor es mi enfermedad” justo como los chicos que terminan
en la Friendzone y creen que lo peor que pudieron haber hecho fue enamorarse de
su mejor amiga.
Mientras en Paloma se pide disculpa por haber amado, en Agua el amor se reclama casi rencorosamente. La canción empieza con
una pregunta: “¿Cómo quieres ser mi amiga si por ti daría vida?”, luego
continúa comparando al amor con la sed y el agua con ella, la amiga cercana
pero inalcanzable más allá de la amistad. El protagonista le pregunta qué
deberían hacer, cómo podrían sobrellevar la complicada situación, y al mismo
tiempo responde: “tú lo sabes, conservar la distancia, renunciar a lo natural”.
Esta última línea plantea la siguiente cuestión: ¿qué es lo natural? ¿La
amistad no es natural entre hombre y mujer? Quizás sea la idea de muchas
personas. Independientemente de lo que pueda responderse a dicho planteamiento,
el chico de la canción ya ha tomado su decisión y escribe una confesión
amorosa.
¡Hay tanto que podría cantarse
sobre la Friendzone! Por lo pronto, hemos dividido los temas de amor no
correspondido en tres estilos principales: los que se ríen de su tragedia, los
que sufren el desamor poéticamente y los que no quieren aceptar un no como
respuesta definitiva. El amor, en cualquiera de sus formas, ejerce una
influencia tan trascendental que incluso cuando no se logra, la simple decepción
pone al poeta a escribir y al músico a componer. Como escuchamos en Merry Happy, no podemos cambiar lo que pasó, pero sí podemos aprender y
hasta obtener inspiración a partir de lo sucedido; con algo de optimismo
podemos tornar una tragedia en algo que valga la pena contar o cantar, y tal
vez alguien pueda instruirse de eso. Sólo la música tiene el poder de hacer el
infierno soportable, Dante lo comprobó al escuchar los himnos de las personas
que se sometían a la tortura del purgatorio, quienes cantaban para sobrellevar
mejor su agonía.
1: “Tú lo dijiste y lo escribiste…
Pero, obviamente, no querías quedarte”
2: “Puedes hacer crecer flores de
donde solía haber suciedad”
Ana Laura Bravo
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