¿Por
qué será que los caracoles son insectos tan poco recordados? Hay muchas
respuestas para esta cuestión, pues si bien hay muchos de estos por todas
partes donde haya un poco de humedad, tierra y vegetación, pocas veces salen
para mostrarnos su viscoso cuerpo y preciosa casa. A demás de que los caracoles
son seres frágiles a pesar de la aparente resistencia de su residencia, pues
cualquiera que camine descuidado puede acabar con la efímera vida de uno de
estos.
Por
otro lado no hay que olvidar que los caracoles son causa de disgusto por su
viscosa apariencia y baboso tacto, además de tener los ojos como pequeñas
antenas que sobresalen de su cuerpo; y por dichas características, hay más de
uno que desea acabar por su propio puño con la existencia de los mismos, como
si aquel camino de baba que dejasen, fuese la guía de un ejército que viene
para derrumbar puertas y acabar con todos los mortales.
También
no hay que olvidar mencionar que estos viscosos insectos, son artistas de
calidad matemática, pues con una tremenda precisión construyen su morada, la
cual ha sido el referencial para personalidades como Fibonacci, el cual realizó
una extraña “sucesión”, sucesión a la cual no entraremos en detalles, puesto a
que no estaos en materia para demostrar matemáticas, si no que nos podríamos
encontrar puramente fascinados con esa técnica para crear tan preciosa obra;
obra que inspira desde artistas, hasta matemáticos.
Cabe
mencionar de igual forma, la popularidad que goza el caracol, así como la
tortuga, por su tremenda velocidad, la cual puede llegar a tal punto como para
poder rebasar objetos que viajan a velocidades incalculables, así como lo son las
piedras y las plantas; dicha popularidad siempre es manifestada en el momento
que una persona tiene las capacidades, físicas o mentales, de resolver problemas
o realizar acciones a la velocidad inconmensurable de nuestro insecto
mencionado.
Como
último punto en referencia a los caracoles, no hay más que decir, más que
deberían ser ídolos a seguir, pues no solo son artistas rigurosos, si no que
siempre se toman su tiempo para dar un buen paseo con los ojos bien abiertos y
usualmente tienen deseos de saludar al mundo después de una triste lluvia. Como
cualquier otro insecto, el caracol es digno de admiración por su perfección
dentro de la naturaleza, y merece un lugar en nuestros pensamientos después de
levantarnos cada mañana.
Por: Aldo Arteaga Estrada
No hay comentarios:
Publicar un comentario