“Si
la pintura no inquieta, ¿es pintura?”…
“Si la pintura no inquieta, ¿es pintura?”… George Braque
Si partimos de la premisa de que el propósito del arte es
causar el extrañamiento, despertar la
experiencia estética entonces una pieza,
ya sea literaria, de música (de arte en cualquiera de sus modalidades) no
despierta algo en nosotros ¿merece ser
llamada arte? Cualquiera que se
reconozca a sí mismo como cosmopolita puede decir que gusta del arte, y muy
especialmente de la pintura. Para los que (como yo) nunca han sido formados en las cuestiones de
este bello arte, la columna de esta semana abordaré una corriente específica de
la pintura, ejemplificaré con una conocida obra, para finalmente cerrar con una
breve semblanza sobre el autor.
"Impresión del sol naciente" Monet, Claude |
Después de la plena exaltación del realismo- donde la pintura
buscaba retratar “literalmente la realidad- aparece un pintor con una inquietud
nueva de centrar la importancia de la
obra en el uso de los efectos de la luz y no en la fidelidad del retrato con la
realidad: Claude Monet quién más tarde sería el máximo representante del
impresionismo. La técnica pictórica llamada impresionismo nace realmente de la casualidad, o mejor dicho, de la
sensibilidad visual de Monet y su deseo de penetrar en los secretos de la luz
para así fijar la fugacidad del instante. Surge a base de
prueba y error cuando se encontraba vacacionando con amigos en una pequeña isla
(verano de 1869) y decide pintar por
esparcimiento, buscando determinados efectos. Consiste en el empleo de
pinceladas yuxtapuestas de tonos puros, que toman textura de toques de color.
Claude Monet (1840-1926), nació en París, pero fue criado en
Le Havre, donde había vivido su infancia y adolescencia y dónde después de
practicar el dibujo caricaturesco, se
había iniciado en la pintura plein air junto a
un buen paisajista, Eugéne Boudin; del
que se dice heredó el vigor luminoso que vemos en algunas obras. Viajaba con
frecuencia a diversas partes del mundo,
principalmente a París donde conoció a su destacado maestro Charles Gleyre quien
era docente en la Escuela de Bellas Artes y le ayudó al perfeccionamiento de su
técnica y del que más tarde huiría para buscar independencia intelectual (lo que le permitió desarrollar su propio
estilo).
Paisajista por excelencia, pintó grandes obras que
actualmente se encuentran en los más prestigiados museos de Europa y el mundo.
Por mencionar algunas: “Almuerzo al aire libre” – fue una obra inspirada en el trabajo
artístico de Manet “Desayuno
sobre la hierba” que
causó conmoción en el Salón de 1863, lo que infundió en Monet un deseo de retomar
la temática del aire libre, pero exceptuando las figuras desnudas y retratando
así un cuadro de la vida cotidiana de su época. “Mujeres en el jardín” data del año 1867 y nos muestra un Monet
academicista, en donde aún no hacía el descubrimiento que cambiaría por
completo su estilo y en donde se puede ver la maestría para usar los tonos pero
no la originalidad de su técnica. Y finalmente “impresión, sol naciente” es el
cuadro que le dará el nombre de
impresionismo al movimiento y en el que casi se puede sentir la calidez de los
tonos naranjas empleados.
"Desayuno sobre la hierba" Manet, Edouard |
"Almuerzo al aire libre" Monet, Claude |
Soy de la firme opinión de que aún sin formación académica
dentro del arte, se puede disfrutar a nivel sensorial de cualquier pintura que
simplemente nos atrape. El mismo Monet
decía que “ Todo el mundo discute mi
arte y pretende comprender, como si fuera necesario, cuando simplemente es
amor” así que no intento hacer lo contrario; sólo disfrutar de sus obras,
ya que es uno de mis pintores preferidos
y no me queda más que recomendar se den la oportunidad de apreciar (por
lo menos digitalmente ) los siguientes
cuadros : “ Lilas de agua(1916) ” , “
Crepúsculo en Venecia (1912)”, y “Estanque de Ninfeas (1889)”.
Por: Mariana Núñez :)
Por: Mariana Núñez :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario