domingo, 17 de abril de 2016

La mente del pez dorado

El lado oscuro de la pecera




Todos tenemos secretos no tan secretos. La red, aun sin tratarse de un ser humano sino de un ente, cumple con esta premisa. La Deep Web tal vez resulte un mito al que no todos llegamos, pero existe. Un mito que resulta demasiado oscuro y al que algunos tienen acceso. El problema es cuando uno cae en la cuenta de que la línea divisoria entre la realidad y la fantasía es realmente inexistente en este medio, y que la Deep web no resulta mítica en absoluto. Después de todo, la Deep web y el humano están más ligados de lo que parece.

            Se dice que somos como un iceberg. La Deep web lo es también: solamente vemos el 4% de lo que realmente está disponible en todo internet. La diferencia entre el humano y la red es que, en esta última, existen quienes sí pueden ingresar a ese lado oscuro que pocos conocen. El contenido que se publica en este nivel cibernético resulta ser ilegal. El porqué es muy sencillo de explicar, se trata de la publicación documentos confidenciales, transacciones de dinero, tráfico de drogas, órganos, personas; así como transmisiones de asesinatos, suicidios y pornografía. Por este motivo, no se puede acceder tan fácilmente a estos contenidos, y es que, para asegurar, de cierto modo, a la población, todo el tiempo se monitorean a aquellos que se involucren en situaciones ilegales.

            Sin embargo, las reglas están para romperse; o por lo menos eso es lo que mucho creen. De no ser así, la Deep web no produciría tanto interés como les produce a algunos. La pregunta que ahora surge es si las personas que se involucran en estos sitios ilícitos, lo hacen para saciar algún impulso reprimido, si lo hacen por morbo, o es que el morbo surge después. También cabe preguntarse si la visita a estos sitios resulta un impulso a psicópatas en potencia o es más bien una liberación. Mas, lo que es del todo cierto es que se trata de criminales reales, saciando mentes perversas.

            Después de todo, la Deep Web es más real de lo que se cree. No solamente se hace referencia a su existencia virtual, sino a los agravios que puede producir en la vida real. Es decir, de algún lugar se obtiene los órganos que se venden, en algún sitio habrán de terminar las personas que ahí se trafican; finalmente, los asesinatos no son ficticios. Dichos actos ya no son secretos como lo solían ser antes, pues para visitar la Deep Web, el anonimato resulta una opción, lo que años atrás no se podía hacer, debido a que tarde o temprano se era descubierto. La red legal y la ilegal no difieren mucho; pues lo que le da tanto éxito a la Deep Web es que las personas siguen visitándola.

            Finalmente, la culpa es de todos. Si bien, el agravio físico lo comete alguien ajeno, la demanda de esos contenidos en Deep Web es lo que provoca la creación de esos contenidos. Sin embargo, pese a la ilegalidad de su existencia, prevalece por el anonimato que brinda la Web. No importa que tan alejados nos mantengamos, todo el mundo sabe de la existencia de lo profundo de la red y lo perturbador que puede resultar. Porque lo oscuro no se encuentra tan profundo como se esperaría.

Adriana Gasca L.

Consultas:

http://internautas21.com/mi-experiencia-entrando-a-la-deep-web/

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