El viaje de Chihiro
"Spirited Away"
Hay historias que nos hacen llorar o
reír. Historias que nos conmueven o nos mantienen al borde del asiento.
Historias que simplemente se quedan grabadas en nuestros recuerdos sin que
podamos olvidarlas y dejan estelas que pueden hacerlas trascender en el tiempo.
En el mundo de la animación, pocas son aquellas las que logran causar esa
admiración tan profunda como para ser inolvidables; sin embargo, esas pocas que
sobreviven al paso del tiempo, se convierten en verdaderas joyas invaluables…
tal como lo es la espectacular película de El viaje de Chihiro.
Dirigida por el célebre Hayao Miyazaki y producida por el Studio Ghibli, esta
película nos cuenta las aventuras de Chihiro Ogino, una niña de diez años cuya
familia está a mitades del laborioso proceso de mudarse de región. El padre de
Chihiro, para acortar el tiempo del viaje, decide tomar un atajo, terminando de ese modo forzados a cruzar un misterioso túnel
que los lleva a un pueblo aparentemente abandonado. Mientras que los padres deciden
entrar a un restaurante con sospechosa comida recién hecha, Chihiro explora por
su cuenta hasta que comienza a anochecer y se topa con un chico llamado Haku,
quien le hace la advertencia de que se vaya lo antes posible. Ella, asustada,
corre a buscar a sus padres, encontrando en su lugar a dos enormes cerdos y enterándose
que ese pueblo en apariencia abandonado, es en realidad transitado por
espíritus. Desesperada por encontrar una salida y por revertir el hechizo
impuesto sobre sus padres, termina en una casa de baños termales en las que se
ve obligada a trabajar asistida por Haku, tratando de encontrar una solución a
ese giro fantástico en el que se vio involucrada.
El viaje de Chihiro es una obra de arte
sin igual. Permite al espectador que su imaginación siga funcionando a pesar de
tener la secuencia de imágenes presentándose ante sus ojos, y no es para menos,
puesto que se presenta un mundo fantástico con sus propias leyes, siendo muy
distinto a todo lo que una vez se nos presentó. La película presenta un elevado
estándar de calidad en los dibujos, siendo llamativos a la vista, dinámicos y
cada personaje siendo distinto del otro, manteniendo ese encanto que sólo se
creía posible en la época dorada de Disney. Es un espectáculo visual fecundado
en la mente del creador, en el talento de los animadores y enriquecida por los
espectadores.
No es sólo la estética en los dibujos y
la fluidez de la animación lo que le hizo ganarse el Óscar. Esta película, al
igual que otras del Studio Ghibli, tiene un gran significado de fondo, envía
mensajes ocultos que deben ser interpretados por aquel que está viendo la
película. En este filme de 125 minutos, disfrazados tras la historia de una
niña de diez años cruzando una ciudad llena de espíritus, se tocan temas como:
la corrupción del ser humano, el sintoísmo, la creciente contaminación, entre
otros varios guiños a la actual sociedad japonesa, mostrando a su vez mucho de
su folklor y mitología. El anime no sólo se trata de dibujos y espectáculos
banales para entretener a los infantes, sino que es capaz de mucho más, de
retratar con precisión cualquier aspecto y dar a entender un punto de vista.
El viaje de Chihiro, es una película que no deja de sorprender por más que se haya visto, siempre captando un punto de vista nuevo o una nueva teoría que compartir con amigos y conocidos. Es una película que enseña a vivir, que encierra en su concepto de ser una película para niños y adolescentes, una crítica hacia el capitalismo, una historia de amor, de familia y de aventura, una protagonista de diez años que evoluciona junto con todos los personajes que la acompañan en su travesía sin ser tachados necesariamente del bueno o del malvado, sino que retratan los dos lados de la moneda. Una historia que se merece seguir teniendo todo el prestigio que la condecora.
Katia de Leija M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario