lunes, 4 de abril de 2016

Zona Anime

Studio Ghibli

"La creación de un mundo, viene de un gran número de fragmentos y caos"

Walt Disney es un nombre que inmediatamente nos hace pensar en la grandiosa industria que ha dado nacimiento a muchas obras animadas que acompañaron (y que siguen acompañando) la infancia de muchas personas. Cada día buscando mejorar la gran empresa del cine, Disney utilizó la tecnología a su alcance y logró grandes avances que hacen a esta empresa ganarse el lugar tan privilegiado que tiene hoy; sin embargo, no es la única que ha ido de la mano de la gente creando memorias y mostrando el poder de la magia y la fantasía. En Japón, surgió un gran estudio cuya trascendencia marcó a la animación oriental y occidental, enseñando historias llenas de aventuras e infinidad de personajes y escenarios increíbles. Con 22 películas, 15 cortometrajes, y un montón más de trabajos conformados por videos musicales, videojuegos y comerciales desde su inicio en 1985, el estudio  de animación del que se abarcará de forma breve en esta columna, no es otro sino el gran Studio Ghibli, fundado por el galardonado director de cine Hayao Miyazaki y su amigo íntimo, Isao Takahata. 


Miyazaki habría de empezar en el mundo de la animación uniéndose al recién abierto estudio de Toei Doga como intercalador (encargado de los dibujos entre movimientos), poco a poco subiendo los escalones al éxito y empezando  a ser reconocido por sus habilidades en el ámbito artístico, siendo la animación Gulliver’s Travels Beyond the Moon, producida por Toei Doga en 1965, la base por la cual habría de obtener puestos de más relevancia, conociendo a Takahata en el proceso y creando múltiples proyectos juntos; sin embargo, Miyazaki, viéndose incapaz de crear un largometraje independiente, recibió una oferta en 1984 por parte de la revista Animage de realizar con total libertad creativa, un manga al que llamó Nausicaä del Valle del Viento. Este manga, propiciaría el surgimiento del estudio un año después y se consideraría como la primera obra animada del Studio Ghibli.

El nombre del estudio no fue una decisión al azar. “Ghibli”, es una palabra usada en  Italia para referirse al viento arenoso, caliente y seco que sopla en el Desierto del Sahara. Miyazaki y Takahata, bautizaron así a su nueva empresa para simbolizar “los nuevos vientos” que iban a soplar para el mundo de la animación con la llegada del estudio; vaya que fue de este modo. Ambas mentes maestras fueron creadoras y directoras de impactantes obras animadas que hasta el día de hoy se siguen recordando con cariño, siendo de las primeras El castillo en el cielo, lanzada y dirigida por Miyazaki en 1986, junto con la desgarradora historia de La Tumba de las Luciérnagas en 1988, dirigida por Takahata; sin embargo, no sería hasta Mi Vecino Totoro, una de las historias más icónicas de Miyazaki, que el Studio Ghibli probaría el éxito, adoptando a Totoro como la mascota y el logo del estudio. El viaje de Chihiro, o Spirited Away, como se conoció en Estados Unidos, fue la décimo tercera entrega del estudio lanzada en 2001, la séptima creada por él y la más exitosa de todas, siendo ganadora del Óscar en la categoría de mejor película de animación —la única película de anime que ha recibido dicha condecoración hasta ahora— y la más taquillera en la historia del cine japonés, recaudando en total 229 607 878 dólares.



¿Por qué las películas del Studio Ghibli son tan bien recibidas?, ¿qué es ese toque que las hace especiales? Hayao Miyazaki e Isao Takahata, retratan en sus películas otro aspecto que en las películas de Disney no se puede apreciar muy bien. Y es que en las animaciones de Ghibli, no todo es completamente negro o blanco, sino que hay que buscar la zona gris, el significado que hay detrás de lo que se presenta en la pantalla; no siempre se muestran todos los detalles en las películas, lo que le da un gran espacio al espectador de formular sus teorías y compartirlas con quien guste, siendo bastante entretenido hacerlo. Los filmes del estudio, retratan al mundo a través de fábulas llenas de magia y seres sacados de otros mundos, dejando entrever la postura que tienen los directores con respecto a cierto asunto o tema, brindándoles un estilo. Por ejemplo, Miyazaki sentía una gran admiración hacia su madre, pues la consideraba una mujer fuerte, influyendo decisivamente en la identidad de su cine:

"Muchas de mis películas tienen protagonistas femeninas fuertes, valientes, niñas autosuficientes que no se lo piensan dos veces antes de luchar por lo que creen con todo su corazón. Necesitarán un amigo, o un partidario, pero nunca un salvador. Cualquier mujer es capaz de ser una heroína tanto como un hombre."


Hayao Miyazaki, rodaje de La Princesa Mononoke.


Aun con todo el éxito que el Studio Ghibli recaudó durante todos esos años, el gran legado que había ido formando llegó a un término, puesto que el 1° de septiembre del año 2013, Hayao Miyazaki a los 72 años de edad, anunció su retiro, dejando como último trabajo El Viento se Levanta, basada libremente en la novela del mismo nombre escrita por Tatsuo Hori, y la vida de Jirō Horikoshi, ingeniero creador del célebre caza de combate Mitsubishi A6M Zero que Japón utilizó en la Segunda Guerra Mundial. Con esto, el estudio cerraría sus puertas y se dedicaría exclusivamente a la distribución de filmes; sin embargo, aun con ese abrupto e impactante final, Studio Ghibli siempre será recordado como uno de los más grandes en la industria del cine, mostrando qué tan profundo el anime puede llegar a ser con escenarios bellamente esculpidos, personajes para todo tipo de gustos, increíbles bandas sonoras e historias tan llenas de magia como ninguna otra empresa ha podido hacer.


Katia de Leija M.

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