La mujer de Ciencia.
La sencilla y sobria mujer caminó con el mismo orgullo
cuando se encontraba en su laboratorio, en un aula de clases de la Universidad
de Paris o recibiendo el Premio Nobel. Este, su autor, se refiere a la científica
Marie Curie. La fémina polaca proveniente de una familia, donde el derecho a
la educación nunca estuvo vetado, empezaría su ajetreado camino académico en
las tutorías nocturnas de su padre, sin saber qué tan lejos llegaría. Su
relación con Pierre Curie, la llevaría a no sólo formar una familia con él, sino
a obtener el codiciado Premio ofrecido por el Banco de Suecia en la categoría de
Física, siendo la primera mujer en realizar dicha hazaña. La científica se creó
una trayectoria en el mundo de los hombres a base de trabajo diario, el cual tuvo como fruto, el descubrimiento de varios elementos radioactivos y sus
propiedades, permitiéndole convertirse en la digna ganadora de múltiples reconocimientos
y puestos en diversas instituciones.
Curie es recordada por su incansable trabajo en los campos de la ciencia, física
y química, haciéndose un lugar en un área donde el sexo masculino tenía el dominio, para beneficiar al mundo.
Marie Sklodowska era la última hija de un matrimonio
de profesores que impartían clases de matemáticas y física. Su familia había caído
en una situación económica difícil después de una mala inversión y diversos
cambios sociales en su país. Pero eso no limitó a la joven en su deseo por
tener educación, pues se convirtió en una estudiante autodidacta: A la edad de
diez años fue inscrita en un internado, del cual se graduó con honores a los
doce años. Regresó al lado de su padre para recibir tutorías, ya en ese
entonces su madre había fallecido de tuberculosis, pues no podía inscribirse en
una institución regular, debido a su sexo. Sin embargo, después entraría a una
universidad clandestina y años más tarde, se titularía en la Licenciatura en
Física en París. Para llevar a cabo lo anterior, la fémina tendría que esforzarse
en obtener los fondos necesarios, a veces poniendo en peligro su propia salud
física, y nivelarse con sus compañeros que se encontraban en ventaja sobre ella
al haber recibido estudios regulares toda su vida. Estudió durante el día y dio
clases en las noches para poder mantenerse. Finalmente se graduó en 1893 en el área
de Física y obtuvo un segundo título en 1984.
En sus primeros años en el campo científico se dedicó
a estudiar los fenómenos magnéticos. Mientras realizaba su investigación,
conoció al científico Pierre Curie. El interés mutuo que compartían por las
ciencias naturales, física y química, los llevaría a trabajar juntos. Pierre
poseía un pequeño laboratorio, el cual compartió con la científica. Siendo ese
mismo lugar donde los dos desarrollarían una íntima amistad hasta que el varón
la pidiese matrimonio. Marie rechazó la primera oferta, pues deseaba regresar a
Polonia. Pierre declaró su deseo de seguirle pero finalmente la dejo ir. La
mujer regreso a su país natal para visitar a su familia y obtener una
especialidad científica pero la Universidad polaca la rechazo por su sexo. Al
saber esto, Curie la convenció de volver a Francia a terminar un doctorado. El
26 de Julio de 1895, Marie tomaba el
apellido Curie como propio. La boda fue sencilla, no hubo ceremonia religiosa o
vestido blanco de novia. Recibieron como regalo de bodas un poco de dinero, lo
invirtieron en un par de bicicletas, las cuales usarían para viajar alrededor
de Francia. Los dos se encontraban siempre encerrados en el laboratorio, pero
esa vocación los llevó a los grandes descubrimientos que los hicieron famosos.
Sus contemporáneos describen a los Curie como personas humildes, científicos
que no fueron corrompidos por la fama. El matrimonio tuvo dos hijas, una de ellas tiempo después
ganaría el Premio Nobel. Finalmente, Pierre fallecería atropellado por un carro
de caballos en 1906, perdiendo Marie a su íntimo amigo y amor.
Marie y Pierre se encontraban en una carrera constante
en la búsqueda de descubrimientos relacionados con el Uranio, tema de gran interés
científico para la época. En un laboratorio precariamente protegido, la pareja
trabajó día y noche. Fue cuando Marie, usando uno de los instrumentos diseñados
por Pierre, que descubrió en la pechblenda, un mineral, emisiones mayores que
las del Uranio. Eso llevo a los científicos a creer en la posibilidad de la
existencia de elementos desconocidos. Fue Marie quién usará por primera vez el
término “radioactivo” al describir el Radio y el Polonio. En 1903, el matrimonio Curie, junto a Becquerel, ganó
el Premio Nobel en Física al comprobar la existencia de los mismos. En 1906,
Marie ocupa el puesto que tenía difunto esposo en la Universidad de Paris como
profesora y miembro de la Academia Francesa. La mujer siguió estudiando el
Radio, sus propiedades y compuestos, provocando que obtuviera en 1911 el Nobel
de Química. Fue nombrada directora del Instituto del Radio de Paris en 1914
y fundó el Instituto Curie. También fue distinguida con la Medalla Davy en 1903 y la Medalla Matteucci en 1904.
Marie fallecio el 4 de julio de 1934 por una anemia
aplastica, que la dejó postrada en cama y parcialmente ciega. Se cree que su
enfermedad fue causada por la exposición contante a la radiación emitida por el
Radio, ya que trabaja sin protección y en la época no se conocían los peligros
de trabajar con materiales radioactivos. Pero su muerte, provocó que muchos
científicos se interesaran por el tema. El trabajo de Curie no solo abrió un nuevo mundo para la
comunidad científica, también abrió un nuevo campo social en el que las mujeres
tuviesen voz. Esto convirtió a Curie en una precursora e imagen de los
movimientos feministas sin tener conocimiento de ello ni apoyar los objetivos
de estos. La mujer era conocida por su humildad y su moderada forma de vida,
encontraba molesto el hecho de periodistas rodearon su laboratorio y casa al
momento de ganar algún reconocimiento e incluso, dejó sin patentar el
aislamiento del Radio para que así toda la comunidad científica pudiese usarlo
sin problemas legales. Marie recibió varias distinciones aún después su deceso:
En 2009 fue declarada como la mujer más inspiradora en la ciencia por la Revista New Scientist, el año 2011 fue nombrado
el año de Marie Curie por Francia y Polonia, así mismo, una estación del metro de Paris ha
sido renombrada en su honor e incluso el elemento nº. 95 de la tabla periódica recibió
el nombre de Curio, por el matrimonio Curie. Esta mujer es un ejemplo de
dedicación, trabajo constante y la lucha por conseguir lo que se desea, en su
caso, el amor por la ciencia la llevó a ser una de las más reconocidas científicas
del siglo XX.
Esperanza del
Refugio Aguilar Carrillo.
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