domingo, 10 de abril de 2016

La mente del pez dorado

El negocio del pez dorado


El dinero todo lo puede. Por lo menos ésta resulta ser una creencia válida en nuestros días. Una creencia sumamente capitalista, la cual nos dice que el trabajo arduo habrá de llevarnos a la obtención de grandes sumas de dinero, que a su vez nos brindarán el poder deseado; es decir, “entre más produzca para el jefe, llegaré a convertirme yo en jefe… algún día”. Sin embargo, existe una gran fisura dentro de esta creencia, pues el mismo capitalismo abre las puertas a trabajos en los que la producción pasa a segundo plano desde un inicio. Trabajos que en gran medida se antojan creativos como los artistas, escritores… Pero, ¿qué hay de los trabajos que surgen en la red?

            Lo que importa es lo que se lleva dentro. Y es que, el contenido es lo que ha provocado que el internet se posicione por sobre otros medios de entretenimiento más convencionales, como la televisión, las revistas… Aquello que catapulta al internet es que agrupa, en cierta medida, a estos medios por sí mismo, con contenidos más variados que pueden atraer a público diverso. Por ende, para la creación de los contenidos se necesita, utilizando un término sutilmente capitalista, personal que lo realice. Dicho personal, por obvias razones, tendrá que ser recompensado por su trabajo como cualquier en cualquier otro empleo.

Después de todo, las redes sociales no sólo sirven para entretener. Ya se ha hablado de cómo las marcas, han encontrado un nuevo modo de hacer negocio: aquellas personas que tienen demasiados seguidores en ciertas redes sociales como Instagram, o que poseen un blog, así como los “youtubers”, obtienen sumas de dinero por dejar aparecer anuncios publicitarios en sus perfiles o plataformas. Así los publicistas encuentran una cifra aproximada del tipo y cantidad poblacional a la que llegará su comercial. Mientras tanto, personas comunes y corrientes, se ven en la posibilidad de vivir a partir de un medio virtual.

            Efectivamente, los publicistas y las marcas son la clave para la posibilidad de vivir a partir de internet. Más allá de patrocinar ciertos vídeos o páginas en particular; los publicistas dan ingresos en plataformas mediante las que no pareciera poder obtener dinero alguno; páginas como Youtube, Blogger… El dinero que se obtiene en estas páginas es una especie de sociedad, en donde se otorga un porcentaje del pago de los publicistas a los creadores de contenido dentro de la página.


            No todo se trata de la producción. Por lo menos no de bienes; así como el internet ha otorgado la posibilidad de emplearse en trabajos que realmente no lo parecen. Los negocios han llegado a evolucionar en este sentido: se pueden llevar a cabo de un modo indirecto. En el caso de los contenidos de entretenimiento, han tenido gran relevancia por su gran consumo; algo así como si se tratase de cierto producto que oferta indirectamente más productos. Finalmente, el dinero se trata de un recurso capitalista.

Adriana Gasca L.

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