viernes, 22 de abril de 2016

Nefelibatas

En la columna pasada hablamos un poco sobre las imágenes artísticas y mencionamos que una de las favoritas del público era el concepto rebelde o bad boy. Cuando terminé de escribir la columna, me puse a pensar en si había una figura mexicana en el ámbito musical que fuera concebido como un rebelde, he de confesar que al principio no se me ocurría nadie, pero después de algunas horas me llegaron muchos nombres a la cabeza, pero sin duda alguna el primero que vino a mi mente fue el rockero Jaime López, por eso es que el será nuestro nefelibata de la semana.

Juan Jaime López Camacho nació el 21 de Enero de 1954 en Matamoros Tamaulipas, vivió en Matamoros, Juárez, Veracruz, Zacatecas, Loreto, Chihuahua y Nogales. Sus padres fueron Juan López Tlahuizo y Ángel Camacho Águila. En 1969 Jaime López se mudó a la ciudad de México para poder estudiar a preparatoria. Posteriormente decidió entrar a la carrera de Filosofía y Letras en la UNAM, la cual abandono. Él decidió enfocarse en otras actividades como la música, actuación, periodismo, entre otras.

No se puede encasillar a Jaime López en un género musical ya que a él le encantaba indagar en diferentes estilos, desde el rock hasta el danzon y norteña. Cuando se propone el motivar almas y corazones, lo logra con sus baladas y boleros. Lo que más llama la atención de su música es la letra. Sus canciones cuentan con un gran juego de palabras, excesivos gerundios y palabras esdrújulas, es un experto en el lenguaje porque no sólo hace excelentes usos de él sino que sabe utilizar las diferentes expresiones de muchos estados de la República y esto lo adjudica en sus canciones. Esto hace que muchos se sientan identificados con él.

Aparte de las letras y los diversos géneros que él explora, una de las cosas que lo hacen tan especial en el ámbito musical es su performance. Hace un año fui a verlo en vivo y fue una experiencia inolvidable. El escenario era pequeño y el lugar muy íntimo, pero yo no veía ningún instrumento, sólo estaba un micrófono en la mitad del escenario, he de confesar que por un momento pené que se iba a cancelar, pero después lo presentaron y ahí estaba él, sólo estaba Jaime López, su guitarra y el micrófono. Y la verdad no necesito de nada más para dar un excelente show. En ese momento me di cuenta de que no es necesario de circo maroma y teatro para divertirse y sentir la música, a veces es necesario sólo un instrumento y la pasión que precede al artista.

Jaime López es todo un pionero de la música, debido a que algunas canciones son de protesta, otras reflejan su sentido del humor y algunas te llevan al borde de las lágrimas. Y todo eso lo hace de manera independiente. Por su humildad, pasión y un excelente uso del lenguaje, Jaime López fue el nefelibata de a semana.

Yeret P. 

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