En medio de visitas caóticas, devaluaciones monetarias y
romances entre narcos y actrices; llegamos a la mitad del segundo mes del año.
Febrero fríamente desnudó los arboles en nuestra ciudad, donde el caos no pasa
indiferente. Los habitantes, cansados de la turbia metrópoli, buscamos respiro
en la naturaleza. El lugar del que hablare esta semana es perfecto para caminar
y beber cerveza, hablar y relajarse.
A unas cuantas gasolineras y otros tantos oxxos de Querétaro
capital, se encuentra La Peña de Bernal. La principal atracción de este sitio
es una enorme roca, donde los humanos ven otra oportunidad de tocar el cielo,
así que intentan conquistar la cima. También los accesibles precios son
atractivos. El comercio, en su mayoría local, hace que con poco se disfrute
mucho.
Una de las cosas que más me maravillaron de ahí, es que
durante el recorrido hacia la peña siempre hay cerveza. También es muy sencillo
comprar artesanías, piedras o recuerdos. En las calles, el mercado, la plaza
principal y otra plaza al pie de la peña; todo es un gran mercado. Se te
prepara para tu encuentro con la naturaleza.
En este lugar tu nivel de relajación es bastante alto; el
contacto con la naturaleza, la caminata y la plática entre amigos hacen que
olvides todos tus problemas. Y aunque no tenga cajeros automáticos, es de las
mejores opciones para el fin de semana.
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