"Me pregunto quién sería el primero en descubrir la eficacia de la poesía para acabar con el amor."
—Jane Austen
El amor es uno de los grandes misterios de los cuales el ser humano se ve preso. La felicidad o desdicha que trae consigo, así como la locura y la pasión, han ocupado un lugar privilegiado en la mente del ser humano desde antaño. Naturalmente, este poderoso suceso que se apoderaba de los hombres fue atribuido a los dioses. Hathor en Egipto, Xoxhiquétzal y Xochipilli para los mexicas, Freyja para los nórdicos y Angus para los celtas; son algunos de los dioses del amor a los que se que se les rendía culto en diferentes lugares y fechas. Pero los más famosos dioses son sin duda la hermosa Afrodita (Venus) y el travieso Eros (Cupido), dioses pertenecientes a las civilizaciones grecorromanas. Estos dioses poseían un gran poder, prueba de ello era que el afecto que iban sembrando no solo afectaba a los mortales, también los dioses sucumbían ante el amor y deseo que se les evocaba. Dioses y mortales, ninguno estuvo ni está a salvo de caer en las redes de estos dioses, prueba de ello son la infinidad de mitos y leyendas, cuyo principal tema es el amor.
Eros (o cupido para los romanos) fue el dios griego del amor. El mito más famoso de su figura es aquel en el que se habla del amor enamorado. Psique, la personificación del alma, era una princesa de extrema belleza que competía con la de la diosa Afrodita, esta última estaba celosa de su belleza, por lo que le ordeno a su hijo Eros que castigara a la muchacha y le lanzara una flecha que la haría enamorarse del hombre más feo y ruin. Sin embargo, fue el mismo Eros aquel quien termino enamorado de la hermosa Psique, por lo que decide raptarla y llevársela consigo a su palacio, la felicidad poco duro para esta pareja, pues la envidia de las hermanas de Psique lograría romper la confianza en esta pareja y que un herido Eros abandonara a Psique. Pero la princesa no estaba dispuesta a perder al Dios, por lo que acude con Afrodita quien le ordena una serie de cuatro trabajos para poder recuperar a su amante, estos son cumplidos perfectamente, excepto el último ya que por un error Psique termina con su vida en peligro de muerte. Eros logra salvarla y debido al intenso amor que le tiene, le ruega a Zeus y Afrodita que les dejen casarse. Al final Psique obtiene la inmortalidad por favor de los dioses y mora en el Olimpo con Eros durante toda la eternidad.
"Un hilo rojo, invisible, conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, del lugar, a pesar de las circunstancias. El hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca podrá romperse". La leyenda oriental del hilo rojo dice que las personas destinadas a estar juntas, son atadas por los dioses con un hilo rojo, los amigos, la familia y las almas gemelas son unidas para siempre. Una gran cantidad de leyendas ronda la cultura, la más famosa de ellas dice que un joven emperador que, al enterarse de que había una poderosa bruja que podía ver los hilos del destino, le ordenó buscar el otro extremo del hilo que estaba atado a su meñique. La bruja siguió el hilo para poder encontrar a la mujer que sería la futura esposa del emperador, la búsqueda los llevó hasta un mercado en donde una campesina que sostenía un bebé, la bruja informo al emperador que ahí terminaba su hilo. El emperador estaba furioso por lo que empujo a la mujer provocando que el bebé sufriera una gran herida en la frente, y mandó decapitar a la bruja. Años después, cuando el emperador debía casarse se le sugirió desposar a la hija de un poderoso general, a lo cual el emperador acepto gustoso. El día de la boda, la novia entró al templo con un velo que la cubría completamente, y al quitárselo vio que en el hermoso rostro de su esposa había una singular cicatriz en la frente. La historia demuestra que al hilo rojo no se le pueden imponer caprichos ya que esta unido directamente al corazón, tampoco responde a nuestra ignorancia ni a los deseos de escapar, pues une a las almas eternamente.
Una de las leyendas más populares de la cultura mexicana es sin duda "el callejón del beso". El callejón del beso se encuentra en el estado de Guanajuato, es un sitió turístico bastante popular, visitado en su mayoría por parejas; y su nombre se debe a una vieja historia que se cuenta. Se dice que en el México colonial vivía una hermosa dama llamada Ana, no tenía madre pues ésta había muerto, y su padre era un aristócrata que no le prestaba tiempo. Ana y su nana iban a la iglesia diariamente, hasta que un día se topó con Carlos Romeiro, un apuesto joven que provenía de una de las familias más ilustres de Guanajuato. Ana y Carlos intercambiaban miradas amorosas en la iglesia y su amor puro fue creciendo. Pero poco duro la felicidad, pues rumores sobre la pareja fueron a parar a los oídos del padre quien furioso encerró a su hija. Los dos jóvenes se vieron separados y tristes por la distancia impuesta a su amor. Carlos tuvo entonces una idea, en la habitación de Ana había un balcón que daba a un callejón muy estrecho, tanto que se podía tocar la pared de enfrente con solo estirar la mano, por lo que podría comunicarse con su amada desde ese lugar. Compró la casa e ideo un plan para que pudieran verse. A la hora pactada ambos jóvenes abrieron los balcones, se abrazaron y Carlos le dio un amoroso beso. Fue entonces cuando el padre de Ana llegó, colérico de ver aquella situación tomo a su hija y la apuñalo, mientras Carlos al otro lado del callejón era detenido por unos guardias para que nunca más se supiera algo sobre él.
Darian Álvarez
El amor es uno de los grandes misterios de los cuales el ser humano se ve preso. La felicidad o desdicha que trae consigo, así como la locura y la pasión, han ocupado un lugar privilegiado en la mente del ser humano desde antaño. Naturalmente, este poderoso suceso que se apoderaba de los hombres fue atribuido a los dioses. Hathor en Egipto, Xoxhiquétzal y Xochipilli para los mexicas, Freyja para los nórdicos y Angus para los celtas; son algunos de los dioses del amor a los que se que se les rendía culto en diferentes lugares y fechas. Pero los más famosos dioses son sin duda la hermosa Afrodita (Venus) y el travieso Eros (Cupido), dioses pertenecientes a las civilizaciones grecorromanas. Estos dioses poseían un gran poder, prueba de ello era que el afecto que iban sembrando no solo afectaba a los mortales, también los dioses sucumbían ante el amor y deseo que se les evocaba. Dioses y mortales, ninguno estuvo ni está a salvo de caer en las redes de estos dioses, prueba de ello son la infinidad de mitos y leyendas, cuyo principal tema es el amor.
Eros (o cupido para los romanos) fue el dios griego del amor. El mito más famoso de su figura es aquel en el que se habla del amor enamorado. Psique, la personificación del alma, era una princesa de extrema belleza que competía con la de la diosa Afrodita, esta última estaba celosa de su belleza, por lo que le ordeno a su hijo Eros que castigara a la muchacha y le lanzara una flecha que la haría enamorarse del hombre más feo y ruin. Sin embargo, fue el mismo Eros aquel quien termino enamorado de la hermosa Psique, por lo que decide raptarla y llevársela consigo a su palacio, la felicidad poco duro para esta pareja, pues la envidia de las hermanas de Psique lograría romper la confianza en esta pareja y que un herido Eros abandonara a Psique. Pero la princesa no estaba dispuesta a perder al Dios, por lo que acude con Afrodita quien le ordena una serie de cuatro trabajos para poder recuperar a su amante, estos son cumplidos perfectamente, excepto el último ya que por un error Psique termina con su vida en peligro de muerte. Eros logra salvarla y debido al intenso amor que le tiene, le ruega a Zeus y Afrodita que les dejen casarse. Al final Psique obtiene la inmortalidad por favor de los dioses y mora en el Olimpo con Eros durante toda la eternidad.
"Un hilo rojo, invisible, conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, del lugar, a pesar de las circunstancias. El hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca podrá romperse". La leyenda oriental del hilo rojo dice que las personas destinadas a estar juntas, son atadas por los dioses con un hilo rojo, los amigos, la familia y las almas gemelas son unidas para siempre. Una gran cantidad de leyendas ronda la cultura, la más famosa de ellas dice que un joven emperador que, al enterarse de que había una poderosa bruja que podía ver los hilos del destino, le ordenó buscar el otro extremo del hilo que estaba atado a su meñique. La bruja siguió el hilo para poder encontrar a la mujer que sería la futura esposa del emperador, la búsqueda los llevó hasta un mercado en donde una campesina que sostenía un bebé, la bruja informo al emperador que ahí terminaba su hilo. El emperador estaba furioso por lo que empujo a la mujer provocando que el bebé sufriera una gran herida en la frente, y mandó decapitar a la bruja. Años después, cuando el emperador debía casarse se le sugirió desposar a la hija de un poderoso general, a lo cual el emperador acepto gustoso. El día de la boda, la novia entró al templo con un velo que la cubría completamente, y al quitárselo vio que en el hermoso rostro de su esposa había una singular cicatriz en la frente. La historia demuestra que al hilo rojo no se le pueden imponer caprichos ya que esta unido directamente al corazón, tampoco responde a nuestra ignorancia ni a los deseos de escapar, pues une a las almas eternamente.
Una de las leyendas más populares de la cultura mexicana es sin duda "el callejón del beso". El callejón del beso se encuentra en el estado de Guanajuato, es un sitió turístico bastante popular, visitado en su mayoría por parejas; y su nombre se debe a una vieja historia que se cuenta. Se dice que en el México colonial vivía una hermosa dama llamada Ana, no tenía madre pues ésta había muerto, y su padre era un aristócrata que no le prestaba tiempo. Ana y su nana iban a la iglesia diariamente, hasta que un día se topó con Carlos Romeiro, un apuesto joven que provenía de una de las familias más ilustres de Guanajuato. Ana y Carlos intercambiaban miradas amorosas en la iglesia y su amor puro fue creciendo. Pero poco duro la felicidad, pues rumores sobre la pareja fueron a parar a los oídos del padre quien furioso encerró a su hija. Los dos jóvenes se vieron separados y tristes por la distancia impuesta a su amor. Carlos tuvo entonces una idea, en la habitación de Ana había un balcón que daba a un callejón muy estrecho, tanto que se podía tocar la pared de enfrente con solo estirar la mano, por lo que podría comunicarse con su amada desde ese lugar. Compró la casa e ideo un plan para que pudieran verse. A la hora pactada ambos jóvenes abrieron los balcones, se abrazaron y Carlos le dio un amoroso beso. Fue entonces cuando el padre de Ana llegó, colérico de ver aquella situación tomo a su hija y la apuñalo, mientras Carlos al otro lado del callejón era detenido por unos guardias para que nunca más se supiera algo sobre él.
El amor forma parte de la cultura de un pueblo, es un elemento constante en las historias que se transmiten de generación en generación. La popularidad de la que gozan los mitos y leyendas relacionadas con el amor, deriva en un principio de la importancia de la sexualidad, la reproducción para perpetuar la especie. El ideal fue cambiando junto con el ser humano, las etapas históricas así como los movimiento socioculturales configuraron de manera diferente aquello que se conoce como amor. Sin embargo lo que nunca cambiara es la necesidad que se tiene de él, y desde luego el morbo por leer un gran amor que termine en tragedia, y por qué no también sufrirlo.
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