Sur de México Parte II
Había un cielo despejado y el clima estaba especialmente
caluroso el día en que partimos de San Cristóbal de las Casas. Como sucede con
las personas, uno también se enamora de los lugares sin saber a ciencia cierta
por qué y se imagina cómo sería su vida si se quedara allí, no sin antes hacer
promesas sobre regresar. Tuvimos que hacer una desviación en nuestra ruta, pues
planeábamos seguir hacia Tuxtla Gutiérrez, sin embargo, la gente local nos
recomendó la ciudad de Palenque, cerca de la cual se pueden encontrar yacimientos
arqueológicos, y, dado que tan sólo estábamos a unas cuantas horas de
distancia, no pudimos dejar de ir.
Palenque es
considerado el centro ceremonial más importante que existe en el mundo maya. Se
estima que solamente un porcentaje menor a dos cifras de las estructuras de
antaño es lo que ha sido explorado, en comparación con lo que alguna vez fue
esta ciudad prehispánica; el resto está sepultado aún en la espesura de la
selva. Sus construcciones más sobresalientes son: El Palacio, el Templo del
Sol, el de la Cruz y el de la Cruz Foliada. También se encuentra el Templo de
las Inscripciones y la tumba del Rey Pakal; todos estos edificios rodeados de
frondosa vegetación. Muy cerca de este lugar está ubicado el Museo de Sitio, el
cual es una importante fuente de información sobre creencias religiosas,
costumbres, prácticas rituales y la estructura socio-política de esa comunidad maya.
Al día
siguiente retomamos la excursión rumbo a las Cascadas de Agua Azul, que están
aproximadamente a dos horas de Palenque. Estas cataratas forman parte del Río
Yaxhá y, como su nombre lo indica, sus aguas poseen una intensa coloración
turquesa que, aunada al verde de la selva, presenta un cuadro digno de ser
apreciado. Estuvimos explorando un rato la zona y después nos dirigimos hacia Tuxtla
Gutiérrez, capital del estado de Chiapas. Nos hospedamos ahí esa noche,
planeando ir al día siguiente al Parque Nacional de Cañón de Sumidero, que está
a unos pocos kilómetros de la ciudad.
Hicimos un
recorrido por este cañón en lancha, de la que partimos desde el embarcadero de
Cahuaré en el río Grijalva, pasando por Caballito de Mar, que es una estalactita
dispuesta en una gruta; el Escudo de Chiapas, el paisaje que sirvió como
inspiración para crear el escudo de armas de dicho estado; el Árbol de Navidad,
una cascada que brota del muro de barranco y posee esta forma; entre otros
puntos de interés turístico. En cierta parte del trayecto se pueden observar
ruinas de la cultura Zoque a la orilla del río y, si uno es afortunado, puede
observar alguno que otro cocodrilo merodeando por ahí. Al término visitamos el
mirador del Tepehuaje, donde se aprecian vistas impresionantes desde gran
altura.
No queríamos
que el viaje llegara a su fin, había sido uno de esos en los que uno pierde la
noción del tiempo, todo parecía haber ido tan rápido; pero se habían acabado
nuestros días en el Sur, había que volver al mundo real, a nuestros respectivos
trabajos y vidas en la ciudad. Después de todo, tal vez en el futuro habría
oportunidad de continuar el trayecto donde lo habíamos dejado, pues todavía nos
habían quedado infinidad de destinos por conocer. Por lo pronto había que
retornar; nos esperaba un largo un camino de regreso.
Ana Estrada Martínez
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