martes, 16 de febrero de 2016

HIMYS o CCAT Spoilers con reseñas

El diablo está en los detalles

“¡Vaya! Las canciones son como abrazos que las bocas le dan a los oídos.”
-Mabel Pines, Gravity Falls (2012). Primera temporada, capítulo 17 "Boyz Crazy"; minuto 16:50.

La generación de los 90’s padece de la típica añoranza de la niñez, comparando de forma constante la propia experiencia con la de las generaciones sucesoras a sus “buenos tiempos”. Por lo tanto, cualquier “noventero” que desee sentirse un adulto sensible e inteligente, sustrae de su vida a las caricaturas actuales, presumiendo de un legado sin igual, si se trata de comparar a la animación de ese entonces con la del nuevo siglo. Despreciar o hacer menos por esta razón a series como: Hora de Aventura, Steven Universe, Regular Show y Gravity Falls; es sólo caer en un terrible error y perder el grato encuentro con trabajos cada vez más complejos. Esta es la entrega de esa propuesta fresca y el abandono momentáneo de la temática adulta, presente en las 4 columnas anteriores. Si el lector desea salir por un momento del arco argumental de los 245 episodios de Grey’s Anatomy, puede echar un vistazo a la creación de Alex Hirsch.

La historia gira alrededor de Dipper y Mabel Pines, hermanos mellizos que son obligados a pasar el verano con su tío abuelo Stan, dueño de Mystery Shack, una cabaña-museo de “rarezas”, con las cuales éste estafa a los turistas que visitan Gravity Falls, Oregon. Posteriormente, Dipper se encuentra con un libro donde se han registrado auténticos misterios y fenómenos sobrenaturales que han ocurrido en ese lugar. Lo alarmante y a su vez emocionante, es cuando estas situaciones fantásticas cobran vida y desenvuelven diferentes misterios en cada episodio; en presencia del hermano estresado, la hermana ocurrente y el tío Stan, un viejo tacaño y aparentemente ajeno a todo ese tema paranormal.

En esta serie los primeros 30 segundos de la serie definen el interés de un televidente crítico. Es realmente difícil encontrar algo verdaderamente profundo en una caricatura emitida en Disney Channel. Sin embargo, esto se vuelve debatible si al lector le interesa la excelente animación, el manejo de colores vivos y además un patrón de pistas misteriosas que pueden reunirse en fragmentos de cada capítulo, sin excepción. Habría que informarse un poco, incluso después de ver unos cuantos capítulos. Es algo completamente favorable encontrarse con diversos elementos en una misma trama: tiene su lado cómico, crítico, oscuro, infantil e incluso relajante. Si de repente el lector se encuentra haciendo teorías respecto a la historia de Gravity Falls, no sería una sorpresa. De momento, lo que encuentro como un patrón sería la tendencia a dejar todo el suspenso para los últimos capítulos, y este título no es la excepción. El desastre en la trama es algo que se aprovecha muy bien, por la temática paranormal y las pistas que se van dejando, cual pequeñas migas de pan.

El lado subjetivo al momento de realizar una reseña como esta es afirmar o negar algo cuando no se desea. En este caso, encontrar una falla en esta gran animación sería decepcionante; mas es necesario. Gravity Falls resulta, en la mayoría de sus episodios, un tanto plano y con pequeños cierres predecibles, puesto que si el intermedio de las temporadas se viera de forma salteada, no tendría mayor importancia, algo hecho totalmente a propósito por la demanda de cierto horario en la televisora. Los personajes, a pesar de ser terriblemente adorables, poseen ese rastro de actitud sosa; algo que resalta bastante si anteriormente el lector echó un vistazo a BoJack Horseman. Todo en su conjunto consigue reducir un poco los elementos buenos, al punto de generar una serie resaltante en su ridiculez y la copia de Coraje, el perro cobarde, pero menos espeluznante y mejor animada.

Al cierre de edición, Gravity Falls ya había entregado el cierre de la segunda y última temporada, algo en exceso lamentable para sus fieles fanáticos y para el público en general. Lo último que la buena televisión necesita es seguir produciendo Los padrinos mágicos y Bob Esponja, siendo que sus buenos momentos ya pasaron desde hace siete u ocho años. Sin embargo, tal vez exista la tenue esperanza de que GF deje un legado e inspire a más animadores a entregar su excelente trabajo a gigantes como Disney. Aunque es evidente el cambio de medios para consumir la misma programación, la TV da una pelea muy buena al dar este tipo de oportunidades a títulos como este. Queda en manos del público si esto continúa su curso o tanto la televisión como el internet siguen generando algo por y para la sociedad consumista.

“Cuando la policía no está cerca, todo es legal.”

10/10


"¡Recuerden! La realidad es una ilusión, el universo es un holograma, compren oro. ¡Adiós!"


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