Hallazgos de papel
Existirán rumores, datos o estadísticas sobre índices de
alfabetización o lectura, mismos que no se tomarán en cuenta para afirmar lo
siguiente: un gran número de personas ha tenido alguna vez un libro entre sus
manos. Conjuntos de hojas de papel con letras impresas de diversos tamaños y
contenidos, que comparten conocimientos y contribuyen a generarlos ¿Qué sería
de nosotros sin la existencia de este objeto, que con el poco o mucho contacto
siempre deja algo a quien lo lee? Está de más querer explicar su importancia, principalmente
porque no lo lograría. Sin embargo, se supondrá que se conocen todos los
beneficios de un libro, y que por lo tanto, es imprescindible; ya sea en su
tradicional faceta física o en la cada vez más arriesgada faceta digital ¿quién
no desea un libro?
Los mejores empleos tienen que ver con libros. Excluyendo los
empleos que se enfocan en la creación y producción de los mismos, se encuentra
a los encargados de su difusión. Las librerías. En esta semana hablaremos de un
negocio donde lo último que se encontrará es a una persona sin deseos de
conocer y pasar horas de comunión con las letras.
A un costado del templo del Carmen, en Morelos 1B, se
observan tres portones entre ventanales; ladrones de miradas y vistazos
curiosos. Cada portón muestra algunas mesas y estantes, donde, exhibicionistas,
se encuentran algunos libros ofreciendo su contenido. Si se acude con
frecuencia, con facilidad se encontrará a más de un lector con la mirada
perdida entre los estantes, que busca algo aun cuando no sabe qué. Además de
percibir el delicioso aroma a café que se ofrece a los clientes.
Infortunadamente, el dueño de El Alquimista no se encontraba
cuando visité el lugar. Para mi fortuna, Sayuri Padilla, integrante del equipo
de la librería,amablemente me platicó sobre el negocio. Ella tiene alrededor de
trece años laborando en este lugar, el mismo que nació hace veinte años.
Comentó que el dueño de El Alquimista idealizó la librería a raíz de la
recolección de material, y fijando una meta, alrededor de cincuenta cajas de
libros, comenzó en el arte de comprar y vender.Lo que inició como un negocio, se
convirtió en un lugar de crecimiento y refugio para quienes cuidan la librería,
para Sayuri es eso y más. Se trata de un lugar único.
En la librería se pueden encontrar libros con cualquier tipo
de temática. Los hay nuevos y también muchos que necesitan más cuidado debido a
su antigüedad. Desde un sencillo manual
para cocinar, a cualquier otro que a menudo sorprende con tan confuso título. Por
la deficiente descripción que presento, hasta ahora parece que es como
cualquier librería famosa, sin embargo, como comentó Sayuri, El Alquimista se
distingue por los hallazgos extras que pueden ocurrir al abrir un libro usado.
Hallazgos que pueden ir más allá en la vida del lector. Que pueden transformar
y cumplir con el objetivo de algún antiguo alquimista.
Sin más por el momento, agradezco tu lectura; espero escribirte el próximo miércoles y conozcas el murmullo.
Sin más por el momento, agradezco tu lectura; espero escribirte el próximo miércoles y conozcas el murmullo.
Arlette Lira Rangel.
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