martes, 9 de febrero de 2016

Personajes Femeninos en la Historia


(La) Caballero de Dios.

En la iglesia católica se cuentan con diversas Santas, mujeres que sirvieron a la causa del Señor y entregaron sus vidas a Ello, pero ninguna como la famosa Juana de Arco. La imagen con la que se le representa es una de las notorias diferencias que posee con las otras personificaciones religiosas femeninas: Una mujer en armadura plata con un estandarte en mano en una postura victoriosa, en su cabeza reposa una corona de olivo (no en todas las representaciones) y un halo le rodea. No solo fue una emisaria de la Iglesia, sino que fue un soldado de su pueblo.


La Doncella de Orleans, como es conocida la Santa, fue la mujer que contribuyó a la estabilización del reino de Francia durante la Guerra de los Cien Años. Lo anterior lo hizo ayudando a que se hiciera posible la coronación de Carlos VI, regresando el dominio a los franceses, y levantando el sitio de Orleans, comandando una armada dada por el Rey. Pero sus hazañas militares no rebasaron el misterio celestial que le rodeaba, sino que lo exaltó.

A los doce años de edad, no se sabe con certeza eso, fue la primera vez que Juana escuchó la voz del enviado de Dios, Éste le habló sobre las hazañas que realizaría para Francia en nombre del Creador. Las profecías que le fueron dadas se cumplieron a pie de la letra, siendo así  como se le permitió acercarse al Rey de Francia. Aunque durante toda su vida fue cuestionada sobre su contacto celestial, incluso fue puesta a prueba por el Rey en su primer encuentro: El Delfín se había disfrazado de siervo y escondido en la multitud, esperando que Juana lo pasará por alto, pero la Santa le reconoció sin importar su apariencia. Las palabras del enviado nunca le fallaron a la Doncella de Orleans, aunque éstas sigue siendo misterio.

El final de su vida fue trágico como en la mayoría de los Santos. Fue detenida por los ingleses y fuerzas opositoras del Rey Carlos VI, donde fue juzgada como bruja. Las voces que la Santa escuchaba  fueron atribuidas al Diablo y se le pidió retractarse de ellas, lo cual hizo en primera estancia pero luego volvió afirmarlas. Eso provocó que muriese quemada en la hoguera. Años después se obtuvieron declaraciones de que su juicio inquisidor tuvo muchas irregularidades y su nombre fue limpiado.

Santa Juana de Arco, santificada en el año de 1920, sigue siendo patrona de Francia y su influencia ha perdurado en el tiempo. Esta joven menor de veinte años fue un símbolo para los soldados franceses durante las guerras mundiales, quienes no solo usaban su imagen, sino su escudo de armas. Su vida ha captado el interés del público e inspirado obras literarias y trabajos cinematográficos; ya sea por sus logros en beneficio de Francia o por ser elegida por el Creador, su epopeya se recuerda alrededor del mundo occidental como la de una héroe que tomó una espada y luchó en el nombre de sus convicciones.
Esperanza del Refugio Aguilar Carrillo.

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