lunes, 22 de febrero de 2016

¿Ya no hay música?



Fancy Fiasco.


El punk no ha muerto señores, aunque muchos lo nieguen. Se habla de una escena, todo el tiempo es lo mismo, motivos sociales que impulsan a la gente en especial a la juventud. Sexo drogas y punk-rock es el emblema; no importa la ciudad,  la razón e incluso el sonido. Las voces jóvenes por lo regular son las que menos importan, pero al mismo tiempo son las que gritan más fuerte…

La siguiente banda ha dado un gran impacto  con un estilo meramente Punk-Rock, volviendo a esas bandas agresivas, rápidas y con una energía que solo el punk sabe darnos.  Al igual que las anteriores bandas de las cuales hablé (Jack Y Los Tristes y Bubble Gummers), no muestran un gran impacto en auditorios, grandes estadios o festivales de talla internacional; a diferencia de todo eso, se dedican a regalarnos un poco de su arte a un plano cada vez más humano, dejando de lado esa idea de los escenarios gigantes en cambio a veces tocando a la altura de su público.  Al igual que dichas bandas se dieron a conocer de boca en boca, claro son conocidos en la escena de sus respectivos estados y quizá escuchados por algún curioso de otro estado, pero nada más.

Fancy Fiasco es una agrupación de Nuevo León, fundada aproximadamente en el año de 2004, pertenecientes al género Punk-Rock. Su integrantes son Mario en la guitarra y voz, Javier guitarrista y vocalista, Julián batería y Chris en la guitarra.  Han dado varias presentaciones desde el norte del país hasta algunos estados del centro.

Es algo extraño pero no imposible escuchar a esta banda, es tal vez una de las pocas bandas de Punk-Rock fieles a su género, cuentan con un video del tema “Weirdo” perteneciente a su primer álbum, el cual lleva el nombre de la banda, consta de 13 canciones, y tiene una duración de 34 minutos. A él se suman algunos demos grabados, solo cuentan con un disco de estudio y un video.

La energía se siente cada vez más fuerte, el cuerpo ya no duele, han pasado horas. Las canciones se sienten eternas a pesar de su corta duración. Esa maldita guitarra entra en mi cabeza, el bajo golpea mi deteriorado estado de conciencia, la batería me arroja a la confusión total. No soy yo, tal vez sea “El instinto animal” o las “99” formas de entender. Mientras sea una o sea otra, encenderé el ultimo cigarrillo, destaparé la última cerveza y escucharé a estos cuatro punks.  


 Daniel Ortega Soto.

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