Hoy no quiero consagrar al artista como un ser superior que siente la grandeza desde el escenario. El personaje que quiero involucrar en el siguiente texto, es más cotidiano que cualquier persona, claro, tiene algunos aspectos que lo hacen especial, pero si no supiera que virtudes tiene, pasaría inadvertido. Intento aprender tanto de él, pero creo que no he fumado los suficientes cigarrillos, tampoco consumido los mismos litros de cerveza que el ya consumió, no he visto todas las series de las que habla, me quedo corto a la hora de hablar de música y películas de Tintan. Creo que eso es lo que lo hace tan especial, es un simple chico que le gusta vivir como viviría cualquiera de su edad, sin pensar en la fama que su arte le puede proporcionar, con la seguridad de que cada sábado quiere embriagarse y al día siguiente salir con la familia.
Su nombre es Andrés Nava, un joven dedicado principalmente al rap, pero como él dice “me gusta de todo tipo de género, y no creo dedicarme totalmente al RAP, no cago, como, ni sueño rap hay otros géneros que también quisiera intentar como el Ska o boleros” por lo tanto nunca ha usado un seudónimo como la mayoría de los raperos lo hacen. Empezó desde los nueve años escuchando a Control machete y otros de la escena mexicana, pero al mismo tiempo influenciado por los gustos de bandas de rock como Botellita de Jerez, Molotov, etc. Con cuatro años componiendo temas propios y algunas colaboraciones con raperos de la escena, Amante de sonidos muy desconocidos en el ambiente del rap, aunque en dicho género se divide como cualquier otro en subgéneros, nunca lo he escuchado encasillarse en uno.
Todo o nada, Obrero Nava y Líneas On, son los títulos que llevan sus tres discos de estudio, un trabajo que ha ido evolucionando a través de los años, buscando un sonido distinto en cada pista tratando una temática cada vez más común, para esto me gustaría citar unas palabras del mismo “Buscó abarcar todos los temas que un chavo de mi edad suele pasar, y cambiar esos temas conforme avanza mi edad y cambia mi entorno”. Volviendo un poco a la temática de este amigo, canciones como “Mi colonia” que involucra toda una idea de infancia perfecta, saboteada por una modernidad, resaltando a la generación nacida en los 90. Temas como “Carta para ti” tratando temas cada vez más delicados y saliendo ileso, pues cada vez que lo hace, a pesar de atacar con argumentos fuertes, trata de no ofender la integridad de nadie.
La calle se pinta de mil colores, las personas ya no son lo que parecen. Años de componer canciones con contenidos de protesta cada vez más inentendibles, melodías de amor que reflejaban más depresión, felicidad que parece opacarse por el humo de la melancolía; Rock que parece Pop, Trova que no se identifica, Ska que ya no sabe responder. Claro, no generalizo sé que hay buenos artistas trabajando en lo que mejor saben hacer, pero como lo dije en la columna anterior, hay música en la escena local. Artistas que adornan los bares, camiones, festivales y tocadas, con su arte que también debe ser reconocido. Músicos que se sienten satisfechos con ser escuchados, entregando todo en cada presentación y en cada grabación. Andrés Nava un compositor nacido de la mezcla de influencias distintas, desconocidos por muchos, querido por muchos más, un escritor sincero.
Luis Daniel Ortega Soto
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