martes, 2 de febrero de 2016

Sobre Videos de Juegos y Juegos de Videos: Capitalismo y crisis

Cuando uno ve hacia arriba al viajar en camión para ir al trabajo, ve un montón de anuncios presentando productos que casi nos obligan a comprar. No voy a explicar como funciona el capitalismo como tal, y mucho menos voy a decir qué pienso de él en realidad, pero les quiero mostrar esta vez que no es infalible y que no funciona como todos creemos que funciona. La producción de mercancía para venderse como propiedad privada no es lo que nos dicen los maestros radicalistas ni lo que nuestros amigos aficionados a la mota tanto odian. Funciona de modos raros, a veces incluso aleatorios, casi imprevisibles, pero con la seguridad de que va a afectarnos de algún modo. Lo que vemos en las calles en forma de promocionales y anuncios no son más que la punta de un iceberg enorme y laberintico.


Entonces, ¿qué tiene que ver todo esto con el tema de los videojuegos? Pues eso lo respondo diciendo que es una industria, y, por consiguiente, una forma de producción. Pero, a diferencia de otros productos, no obedece las reglas que ya están establecidas por los mercados. Se pudo ver en la crisis de 1982 que una idea explotada por todos los medios posibles, no era del todos exitosa. Si uno piensa como empresa, nos daríamos cuenta de que debemos poner nuestro producto en todos los medios posibles para conseguir el mayor porcentaje de ganancia, y conviene más si hay uno que acaba de surgir. La nueva película de… no sé… Batman podría tener de repente mucha publicidad si se encuentra en forma de una experiencia casera. Así cualquiera podría ser el caballero de la noche, ¿no? Ahí se siguen las reglas normales, en las que conviene más la cantidad que la calidad.

La nueva película de Star Wars trajo muchas cosas consigo, entre ellas cosas de papelería para que los niños que regresan a clases puedan llevar sus plumas, estuches y mochilas con la imagen de BB-8, Kylo Ren y Rey, dejando de lado la calidad porque son contenido secundario. Por supuesto, esto fue un error. Los videojuegos no obedecen las reglas convencionales; no pueden portarse como platos de segunda mesa cuando están hechos para ser platillos principales. Los juegos de mala calidad proliferaron, dando mala fama a los jugadores y a las consolas, y provocando que cada vez más padres de familia los empezaran a odiar. Cuando una licencia muy importante de la cinematografía como lo fue E.T fue convertida a un horrible juego a finales del ya mencionado año, la cantidad de devoluciones y costos relacionados al almacenaje de los cartuchos, provocó que la empresa Atari, Universal y Warner Brothers cerraran finanzas con números negativos.

Como a nosotros nos encantan los libros porque somos intelectuales, sensibles y misteriosos, podemos ver que a veces nuestras queridas novelas de adolescentes enamoradizas son llevadas al cine en una horrible adaptación que aparenta haber sido hecha solo para tener dinero. Pues así, exactamente, fue lo que pasó, pero en un nivel muy extremo, en el año de 1982. Un montón de basura inundó al mercado y terminó por ser rematada por un extraterrestre que llamaba a casa.

Entonces, ¿por qué todavía jugamos y es hasta tomado como algo normal en nuestra vida? Porque los japoneses resolvieron los errores que tuvieron Atari y Activision en esos años, utilizando un subsistema más estricto de capitalismo para poder publicar contenido. Ahora se les tenía que pagar, cuales narcos de carretera, para que se pudiesen imprimir los cartuchos y ser enviados a la luz. No dejan de ser un medio de consumo, pero es una anécdota para la industria en general de que todo se puede salir de control si al público se le subestima.

 Sir Erick Ayala

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